Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
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Las tarifas de envíos de contenedores por rutas comerciales globales se han elevado producto de los ataques aéreos de Estados Unidos y Reino Unido contra Yemen, lo que ha provocando temores de una interrupción prolongada del comercio mundial a través del Mar Rojo, según fuentes de la industria.
Aviones de combate, barcos y submarinos estadounidenses y británicos lanzaron docenas de ofensivas en todo Yemen, en represalia contra las fuerzas hutíes por ataques a buques comerciales en el Mar Rojo, ampliando el conflicto regional derivado de la guerra de Israel en Gaza.
La mayoría de los portacontenedores ya evitan el navegar por el Canal de Suez, un atajo entre Asia y Europa que maneja el 12% del comercio mundial. Ahora, los ejércitos de Estados Unidos y el Reino Unido han aconsejado a todos los barcos que se mantengan alejados de la zona de conflicto.
Lo anterior avivó los temores de que las tarifas de los petroleros y graneleros, que transportan materias primas vitales, pudieran aumentar, elevando el riesgo de una nueva ronda de inflación global.
El índice de referencia de transporte de mercancías en contenedores de Shanghái subió más del 16% semanalmente hasta los 2.206 puntos el viernes 12 de enero. El índice, que mide las tarifas “spot” sin contrato para los envíos de contenedores desde los puertos de China, ha ganado 114% desde mediados de diciembre
Las tarifas en la ruta Shanghái-Europa subieron 8,1% a 3.103 dólares por contenedor de 20 pies el viernes 12 respecto a la semana anterior, mientras que la tarifa para los contenedores a la costa oeste de Estados Unidos no afectada se disparó 43,2% a 3.974 dólares por contenedor de 40 pies semana tras semana, según dio a conocer el corredor naval Clarksons.
“Cuanto más dure esta crisis, más perturbaciones causará en el transporte marítimo de carga en todo el mundo y los costos seguirán aumentando”, indicó Peter Sand, analista jefe de la plataforma de carga Xeneta.
Los principales actores de la industria del transporte marítimo, que maneja más del 90% del comercio mundial, se están preparando para meses de agitación que avivará los costos.
“Incluso si a partir de hoy el estrecho de Bab al-Mandeb se volviera seguro para el tránsito, esperamos que pasen un mínimo de dos meses antes de que los buques puedan asumir patrones de rotación normales”, señaló Michael Aldwell, vicepresidente ejecutivo de logística marítima de Kuehne + Nagel.
Los principales propietarios de portacontenedores, como Maersk y Hapag-Lloyd, han cambiado los barcos con destino al Canal de Suez por la ruta más larga alrededor del Cabo de Buena Esperanza en África.
Lo último ha provocado una cascada de retrasos en los complejos horarios de los buques. Las tarifas al menos se han duplicado respecto a hace un mes en las rutas más afectadas, pero se mantienen por debajo de los máximos históricos de la pandemia.
El viernes 12, cuatro petroleros dieron media vuelta a mitad de viaje para evitar el Mar Rojo y otros cinco se desviaron o detuvieron la navegación.
“Las tarifas de los buques cisterna aumentarán y los futuros subirán esta mañana”, comentó John Kartsonas, socio director de Breakwave Advisors, quien añadió que los graneles secos siguen siendo el sector menos afectado.
Los principales importadores como Tesla, Volvo Car, propiedad de Geely, e Ikea ya han informado de escasez de productos o han advertido sobre productos que llegan tarde.
Cabe mencionar que desviar un barco por África añade aproximadamente 10 días y 1 millón de dólares en costos de combustible por cada viaje de ida entre Asia y Europa.
Los transportistas están trasladando naves a las rutas comerciales europeas y mediterráneas más afectadas para compensar. Esto está reduciendo el espacio disponible para los navíos para la carga que se mueve en las rutas Transpacífico y Norte-Sur y elevando las tarifas, según dio cuenta el analista de Jefferies, Omar Nokta.
Los operadores de buques también están aplicando recargos relacionados con el Mar Rojo y racionando espacios menos costosos con tarifas contractuales, lo que obliga a los envíos de algunos clientes a realizar envíos al mercado spot, que es más caro.
“El precio de una amplia gama de bienes amenaza con volver a subir”, remarcó Susannah Streeter, directora de dinero y mercados de Hargreaves Lansdown.