Por Redacción PortalPortuario.cl
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La firma holandesa Royal IHC confirmó a la Administración Nacional de Puertos (ANP) de Uruguay que para febrero estarán prontos los módulos que se construyen en Europa y que forman parte de la draga “21 de Julio”, la primera en armarse en Uruguay. Con esto, su finalización y entrega podría adelantarse.
Alberto Díaz, presidente de la ANP, dijo a través de un comunicado de prensa de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia uruguaya el trabajo se hace en forma simultánea en Holanda y Uruguay y demandará al organismo una erogación de 61 millones de dólares.
Royal IHC es una reconocida proveedora de buques, equipos y servicios para empresas especializadas en dragado, minería, petróleo y gas, cuyos ejecutivos suscribieron, en noviembre de 2016 en Montevideo, el contrato respectivo.
La nueva draga de succión medirá 91 metros de eslora y 18 metros de manga. Las dos embarcaciones de este tipo con que cuenta hoy el organismo tienen unos 50 años de funcionamiento, por lo cual la que está en construcción resulta clave, especialmente para los trabajos en el río Uruguay y en el ingreso a la bahía de Montevideo.
“En Europa se construye la sala de máquinas, donde están los motores principales y la sala de bombas, mientras que en el dique de la Armada Nacional, en el barrio montevideano del Cerro, se avanza en la fabricación de la proa y la popa, el cuerpo central de la draga”, explicó Díaz.
“La idea es que las piezas fabricadas en Europa vengan (por mar) después de que esté la aprobación in situ por parte de Marina Mercante de la Prefectura Nacional Naval, para su armado final en Montevideo”, amplió el funcionario.
“Los plazos se están cumpliendo y podría haber, incluso, un adelantamiento”, señaló. En ese sentido, recordó que la fecha prevista para que la embarcación esté operativa es abril de 2019.
Díaz también se refirió a la intención expresada públicamente por Royal IHC, en relación a que una vez que la draga sea entregada a la ANP se podría establecer en la capital uruguaya una base para la atención de medio centenar de buques similares fabricados por esa empresa y que operan al sur del continente.
“Sabemos que ese es el planteo de la empresa y ojalá que, cuando termine la construcción, queden instalaciones que permitan construir o reparar para otros”, sostuvo.
“Parecería que si nos va bien, este debería ser un proyecto ancla, para demostrar que en Uruguay se puede construir con esta metodología, traer aquellas partes que no podamos hacer acá, con cierta elaboración. En definitiva, es lo que hacen las fábricas en el mundo”, analizó.