Por Luis Alberto Zanela, Grupo T21
@BetoZanela
La firma de logística DSV busca consolidar su servicio marítimo Less Container Load (LCL) que parte de Shanghái, China, y arriba a Puerto Progreso, en Yucatán, el cual comenzó en febrero de 2021, con una escala en Atlanta, Estados Unidos.
Luca Antonini, branch manager región sureste de DSV, fue quien diseñó este servicio, con base en haber identificado la carencia de servicios marítimos LCL en Puerto Progreso que vengan de Asia o Europa, salvo uno que llega de Estados Unidos desde hace más de 20 años.
“En el pasado ha habido empresas que han intentado poner un servicio que en general ha fracasado porque la demanda no es tanta y entonces tienden a consolidar en algún punto intermedio y a parar ahí la mercancía varias semanas o hasta meses, hasta poder llegar a un contenedor; eso se vuelve una frustración para el cliente que, si bien sabe que así es el proceso, no espera que tarde tanto”, comentó Luca Antonini.
El branch manager señaló que el servicio que pretende preservar consiste en consolidar la carga en Shanghái y transportarla hasta Atlanta, entrando por el Puerto de Savannah, donde desconsolida y, vía terrestre, lleva la carga dirigida a México hasta el Puerto de Panama City, en Florida, de donde sale el servicio consolidado hasta Progreso con la naviera Línea Peninsular, que realiza este viaje desde hace más de dos décadas.
De acuerdo con Luca Antonini, el tiempo de traslado entre Shanghái y Atlanta es de 32 días, mientras que el recorrido final hasta Progreso es de 40 días, lo que se traduce en una ventaja para importadores de la región de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, evitando entrar con carga consolidada o LCL a través de Manzanillo o Lázaro Cárdenas, y después tener que trasladarla vía terrestre hasta la península.
De este modo, DSV actualmente tiene como clientes a comercializadores de artículos de belleza, cosméticos y accesorios; de piezas y refacciones para industrias como la del plástico; así como a la industria hotelera de Mérida, Cancún y la Riviera Maya, con carga que va desde un pallet.
“Podemos transportar cualquier tipo de producto, hasta carga peligrosa bajo previa revisión y autorización. La única lista que no tenemos son solicitudes superiores a las 12 toneladas o 12 metros cúbicos, tenemos que revisarlo directamente con China porque es probable que se tenga que dividir la mercancía en diferentes envíos por la saturación que hay de contenedores”, abundó Antonini.
Respecto de la escasez de contenedores y espacios en barcos, así como tarifas elevadas que registra el transporte marítimo, el directivo enfatizó que DSV cuenta con contratos de largo plazo con sus tres principales proveedores navieros MSC, Hapag-Lloyd y Maersk, que garantizan en la medida de lo posible la regularidad en los itinerarios; aunque también trabajan con otras navieras como HMM, Yang Ming y Evergreen.
“Pienso que es cambiar de estrategias, los mismos clientes, las mismas empresas tienen que cambiar sus operaciones de cadena de suministro, no me canso de decirlo desde que empezó este descontrol, que los clientes hagan más compras de menor cantidad, porque es la única manera de no perder stock ni mercado, de ahí que un servicio consolidado se vuelve más factible respecto de una carga contenerizada sujeta a otras condiciones y otros precios”, señaló.
Por ahora, Luca Antonini reconoce que los niveles de carga son bajos, logrando consolidar dos contenedores semanales de Shanghái a Atlanta, mientras que a Progreso arriba sólo uno al mes; pero, a medida que los importadores mexicanos conozcan este servicio LCL, la apuesta en el corto plazo es que pueda estar arribando un contenedor quincenal al puerto yucateco, desde donde también puede realizar el transporte hasta la puerta de sus clientes.