Por Redacción PortalPortuario.cl
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El director del Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de la Asociación de Exportadores CIEN-ADEX, Edgar Vásquez Vela, apuntó que las inversiones en las agroexportaciones del Perú fluyeron “de gran manera” ante la derogación de la Ley N°27360, por lo que se estimó que cierren el año con alrededor de USD 9 mil 600 millones, 10% más respecto a lo acontecido en 2021, estableciendo un récord histórico.
Bajo este contexto, el representante de la ADEX manifestó que “este escenario positivo se fundamenta en las inversiones y esfuerzos del sector privado en el pasado, cuando contaba con una legislación adecuada a la realidad de la agroindustria. Hasta ahora tiene mucho éxito, pero existe incertidumbre sobre lo que pasará de aquí en adelante”.
Durante su participación en el panel ‘Proyecciones del mercado agroexportador peruano’ en el marco de la 4° Agrotrade, Vásquez Vela, refirió que, si bien las expectativas de crecimiento económico global son inciertas -este año sería de alrededor de 3%-, el incremento de la población mundial y sus tendencias de consumo favorecerá el comercio internacional de alimentos, beneficiando a la agroindustria peruana.
Además consideró que los factores internos, como la inestabilidad política, conflictos sociales e iniciativas que van en contra de las inversiones, no permitirían aprovechar las circunstancias positivas internacionales y el gran potencial peruano en ese rubro.
“La exportación de alimentos (sector tradicional y no tradicional) equivale a cerca del 5% del Producto Bruto Interno (PBI) peruano, generando puestos de trabajo formales y de forma descentralizada. Si bien proceden principalmente de la costa, el gran reto es ampliar nuestra canasta exportadora con productos de la sierra y la selva”, manifestó el director del CIEN-ADEX.
No obstante, reconoció la existencia de una dicotomía en el agro peruano, al convivir una agroindustria moderna capaz de llegar a distintos mercados del mundo, con una agricultura tradicional o familiar poco competitiva y desarrollada para abastecer el consumo interno.
“Esto se debe a características de orden estructural, son pequeñas unidades productivas con poca asociatividad. Asimismo, la carencia de capacidades técnicas, poca tecnología, malas prácticas sanitarias y un déficit en infraestructura, como la ausencia de carreteras para el traslado de los productos a los principales puertos y aeropuertos, no permiten su desarrollo”, finalizó el especialista.