Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
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La oficina del Representante Comercial de Estados Unidos propuso cobrar hasta 1,5 millones de dólares a los buques construidos en China que ingresen a puertos estadounidenses. La medida es parte de su investigación sobre el creciente dominio del país asiático en los sectores global de construcción naval, marítimo y logístico.
La USTR presentó un informe sobre una investigación lanzada en la administración de Joe Biden en la que se determinó que China aumentó su participación en el tonelaje de construcción naval mundial del 5% en 1999 a más del 50% en 2023 debido a los enormes subsidios estatales y al trato preferencial para las empresas del Estado chino que están expulsando a los competidores internacionales del sector privado.
La agencia estadounidense mostró que los astilleros estadounidenses construían 70 barcos en 1975, pero solo cinco al año en la actualidad.
En un aviso del Registro Federal, la USTR detalló las tarifas propuestas y otras restricciones a los envíos. La agencia programó una audiencia pública para el 24 de marzo sobre las medidas correctivas.
La investigación se inició en abril de 2024 a petición de United Steelworkers y otros cuatro sindicatos y se llevó a cabo en virtud de la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974, como una forma de reconstruir una industria que ha estado en profundo declive desde la década de 1970, cuando Japón y Corea del Sur dominaban la construcción naval.
Los resultados de la investigación se anunciaron el mes pasado, apenas unos días antes de que Donald Trump asumiera el cargo de presidente.
Las soluciones propuestas incluyen tasas de entrada a puertos de hasta un millón de dólares por buque propiedad de operadores de transporte marítimo chinos, como la estatal China Ocean Shipping Co Ltd. Como alternativa, Estados Unidos cobraría 1.000 dólares por tonelada neta de capacidad de carga de un buque.
Según el aviso, los operadores de transporte marítimo no chinos que operen buques construidos en China pagarían hasta 1,5 millones de dólares por entrada a puerto. Aquellos con más del 50% de flotas construidas en China pagarían 1 millón de dólares por entrada de nave, independientemente de su origen.
La tarifa se reduciría a 750.000 dólares si el porcentaje de la flota china estuviera entre el 25% y el 50%, y a 500.000 dólares si fuera inferior al 25%.
Las acciones cerraron en su mayoría a la baja el lunes: el Dow logró una ligera ganancia, el S&P 500 cayó medio punto porcentual y el Nasdaq terminó la sesión con una caída del 1,2%.
Un segundo conjunto de tarifas por montos similares podría aplicarse a los operadores marítimos con barcos encargados a astilleros chinos que se entregarán en los próximos dos años.
La USTR señaló que bajo la propuesta las tarifas podrían ser reembolsadas hasta en un millón de dólares por cada entrada a un puerto estadounidense de un buque construido en Estados Unidos empleado en servicios marítimos internacionales.
Las medidas también requerirían que al menos el 1% de las exportaciones estadounidenses se envíen en buques con bandera estadounidense durante los primeros dos años, incluidos bienes de capital, bienes de consumo, productos agrícolas y productos químicos derivados del petróleo y el gas.
El porcentaje aumentaría al 3% de las exportaciones estadounidenses después de dos años, y al 5% después de tres años. Después de tres años, el 3% de las exportaciones estadounidenses tendrían que enviarse en barcos construidos en Estados Unidos.
Por otro lado, tras siete años, las restricciones requerirían que al menos el 15% de los bienes estadounidenses se transporten en buques con bandera estadounidense, y el 5% en barcos construidos en Estados Unidos.
La USTR también afirmó que recomienda restringir el acceso a los datos de envío de EE. UU. a la Plataforma Nacional de Información Pública de Transporte y Logística de China o prohibir que las terminales portuarias estadounidenses utilicen el software Logink.