Por Andrés Orrego Siebert/N. Birchmeier
@PortalPortuario
Un cambio de foco. Así define Alfredo Leiton, gerente general de la Empresa Portuaria Iquique (EPI), lo vivido tras los terremotos del 1 y 2 de abril de 2014 que, como gran consecuencia, dañaron el el Terminal 1 Molo, echaron abajo su licitación y agrietaron las confianzas con las líneas navieras y los trabajadores que, a raíz de los eventos sísmicos, perdieron sus puestos laborales.
A poco más de tres años de ese remezón, el arribo del Diamond Highway, autero de la naviera K-Line que descargó 1.844 vehículos entre el 26 y 28 de septiembre, mostró que todas esas fracturas han sido reparadas.
“Haciendo una recopilación, en el 2010, nosotros estábamos iniciando el proceso de licitación de un tercer frente de atraque o la extensión del Molo, que actualmente el molo de abrigo con un sitio diseñado y proyectado para ser un terminal de gran envergadura que puede recibir naves Post-Panamax. Con el terremoto del 2014, tuvimos que hacer un cambio en el foco y dedicarnos principalmente a la recuperación del terminal y eso es con el trabajo al que estamos dedicados hasta el día del hoy y aún nos faltan algunas etapas”, reseña Leiton.
Dado eso, ¿En qué está actualmente la Empresa Portuaria Iquique?
Nosotros estamos trabajando en la reconstrucción del terminal, lo dejamos operativo el año pasado; sin embargo, ha habido unas dificultades para entrar en operaciones producto de toda la normativa que necesita los distintos operadores para tener seguridad de que las operaciones están funcionando. Además, las empresas navieras mantienen contratos vigentes de recaladas en ciertos terminales que, evidentemente, tienen que ir venciendo, y de esa forma tener la oportunidad de poder negociar y atraer barcos.
También ustedes avanzaron en recuperar las confianzas con los trabajadores ¿Qué puede decir al respecto?
Hace un tiempo atrás firmamos contratos de trabajo conjunto con los estibadores, los que evidentemente han sufrido el hecho de estar sin trabajo durante todo el proceso de la reconstrucción. Una de las dimensiones más importantes es el aunar el trabajo con los estibadores, que los necesita el puerto para poder operar toda la carga y descargada por ellos, por lo tanto son un pilar fundamental en el desarrollo portuario de todos los puertos. Estamos contentos de que ellos también quieran participar en el desarrollo portuario.
¿Cuántos operadores se van a incorporar al trabajo del terminal multioperado?
Eso dependerá de las agencias de estiba que estén vigentes para poder operar. Hoy son principalmente dos que son Contopsa y Ecos que tiene Fernando Ugarte que está haciendo un emprendimiento, un desafío importante para él dado que conoce el mercado y está muy atento a todo lo que pueda ocurrir.
En Iquique se ha dado un modelo distinto de Acuerdo de Producción Limpia que opera bajo el concepto de “Consorcio” ¿Cómo ha sido su implementación?
Este APL si bien tiene la porción final de poder mejorar la sustentabilidad, clima y medio ambiente, nosotros cuando visualizamos el trabajo que podíamos desarrollar nos significó hacer una retrospección de cómo funcionaba el puerto, las labores de la cadena logística. En definitiva cuando logramos trabajar de forma colaborativa con los eslabones de la cadena logística, estamos bajando el costo y además todos los componentes contaminantes de la cadena, el hecho de no tener tacos, congestión, tener cargas conocidas para el transporte, nos sirve muchísimo para llegar a este objetivo que es el mejoramiento del medio ambiente y la sustentabilidad.
¿Cómo se hace ese cambio de mirada en el caso de Iquique?
Hemos logrado a lo largo de un año, el poder juntar en la mesa a siete actores relevantes de la cadena logística que son operadores portuarios, de depósitos , transportistas de Zona Franca, usuarios de Zona Franca, empresa portuaria y eso ha permitido que cada uno visualice y haga una introspección de cuáles son las debilidades que tenemos cada uno y cómo podemos ir solucionándolas sin tener que ir en desmedro del otro eslabón. Para que tengas una idea, en el 2008 movimos 3.035.000 toneladas de carga, y hoy estamos moviendo 2.400.000 toneladas y la verdad que los niveles de congestión y las complicaciones son bastante grandes. Entonces el desafío como consorcio de estas siete instituciones es poder administrar los recursos que tenemos de la mejor forma para poder potenciar la velocidad de transferencia y el aumento de carga.
Ya que menciona la carga ¿Cómo ha sido su comportamiento este año?
Estamos con un aumento lento, pero siempre positivo. Hoy llevamos casi un 15% más que el 2016, que no es tan poco, pero respecto a los movimientos de carga que tuvimos en el 2008 estamos a dos tercios de lo que movimos en esa época. Nuestro estudio de manejo de cargas, usando tecnologías, toda la infraestructura portuaria y actual que tiene Zona Franca y los transportistas, perfectamente podríamos estar trabajando un movimiento de 4.500.000 de toneladas si lo hacemos de forma eficiente. Sin dudas que los acuerdos de APL participan los socios del consorcio, hay un eslabón que es muy importante que son los servicios públicos que están trabajando con nosotros, ya hemos tenido 5 reuniones en las cuales hemos puesto todo nuestro trabajo y hemos conciliado las metas que nos propusimos como consorcio con los servicios públicos para poder llegar a tener un nivel aceptable, eficiente y más económico.
¿Con cuánto estima que se cerrará 2017?
Esperamos superar las 2.400.000.
Eso se va impulsado por el inicio de operaciones del terminal multioperado?
La unión es conjunta entre el concesionario y la empresa portuaria. La verdad lo que queremos es atraer cargas producto que tenemos una cadena logística eficiente, que sea de una mayor velocidad, más económica que la oferta que existe en la zona norte.
¿Qué cargas tienen en la mira?
Más que captar cargas específicas, estamos planteando una oferta eficiente de la cadena logística. Vamos a apuntar a todos los clientes que requieran un proceso de cumplimiento de órdenes de compra de entrega y recepción de caga. Es decir, estamos apuntando a que tanto los proveedores, clientes puedan programar su despacho y recepción de cargas en los tiempos que necesitan de acuerdo a su demanda y que no ocurra sobre stock ni tampoco periodos altos de almacenamiento. A eso apuntamos como consorcio.
Quería llevarlo de vuelta al Molo… Ya se terminó la primera etapa, se recibió a la primera nave ¿Cuándo parte la segunda etapa?
Ya concluimos la primera etapa y estamos concluyendo todos los estudios necesarios para partir en la segunda. Eso significa que la declaración de impacto ambiental ya está en su fase final y esperamos tener la aprobación dentro de este mes o a mediados del próximo, para poder adecuar las bases de licitación y de ahí poder licitar y tener adjudicado antes de terminar este año.
¿Qué diferencia tendrá este proceso con el primero?
Tuvimos la experiencia de la primera, la cual entramos a destacar porque ha sido inédito que una empresa del Estado haya concluido un proyecto de la envergadura que tuvo la construcción del puerto y que terminó en plazo con un presupuesto de recursos que estaba determinado, que no tuvo que aumentar el presupuesto y tampoco aumentar los plazos de entrega, y eso es una cosa inédita que ocurrió y esperamos que ocurra en la segunda etapa. Sin embargo, la segunda etapa es mucho más sencilla en términos de técnica de lo que pasó en la primera. Teníamos un terminal que había sido construido el año 1932 pero no sabíamos cómo estaba en su interior. Eso fue reparado y lo que vamos a hacer en la segunda etapa es terminar el terminal portuario poniendo una línea de pilotes preexcavados y una losa sobre ella, que nos va a permitir reforzar la instalación de grúas tipo gancho.
¿Cómo será esta extensión del muelle?
Lo vamos a dejar modular de forma que sea fácil y sencillo poder hacer una tercera etapa que significa la extensión del molo, ya no como el proyecto original que era la extensión de 477 metros, sino que solamente en el diferencial porque estamos utilizando parte de la infraestructura que ya había y la vamos a dejar con un calado superior, de tal forma de poder abordar esos metros de nueva construcción. Solamente vamos a estar utilizando 250 metros más de construcción de lo que hay actual. Un proyecto de 477 metros y que baje a 250 es una reducción de la inversión súper importante y que va a dar el mismo objetivo.
Se le está facilitando las cosas a la empresa que llegue, lo que hace más atractivo la licitación…
Ese es el objetivo.