Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario
Mientras el analista de negocios del Puerto de Rotterdam, Carlos Zepeda, elogió durante su presentación en la última Convención de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias (AAPA) celebrada en Valparaíso, el esfuerzo de modernización del Puerto de Buenos Aires -algo que contentó a su interventor, Gonzalo Mórtola,- el ITF de la OCDE expuso, días antes en un informe, que los planes de la Administración General de Puertos podrían ser solo una solución de corto plazo.
Ante el contraste de opiniones sobre el proyecto que cambiará la fisonomía del principal puerto argentino que, junto con ampliarse, reducirá el número de concesionarios de tres a solo 1, lo que es visto por algunos actores como una reducción de competencia, Mórtola dijo a PortalPortuario.cl que se trata de todo lo contrario.
En menos de una semana se conocen visiones opuestas del proyecto que ustedes llevan a cabo ¿Qué piensa usted?
Primero que, por ahí, los que opinan que no es la mejor opción siempre hablan de competencia y traen el tema de la integración vertical y por qué una terminal, pero se olvidan que Buenos Aires ya tiene su competencia.
¿Dónde sitúa esa competencia?
Tiene su competencia, tanto en el norte como en el sur. Buenos Aires tiene, por un lado, a Zárate, por otro lado al Puerto La Plata, tiene por otro lado a Exolgan e incluso hasta Mar del Plata si querés irte un poco más lejos. Esto, encima, si lo linkeas con los puertos interiores, los puertos secos que estamos desarrollando en la Provincia de Córdoba, en Salta, en Mendoza, realmente la competencia está y está claro que está.
¿Descarta que la iniciativa sea una solución de corto alcance?
No, para mí no tiene sustento cuando la crítica al desarrollo del Puerto de Buenos Aires tiene que ver con la competencia. Hoy, hay tres terminales que compiten con tres de los seis operadores más grandes del mundo, sin lugar a dudas, pero lo que va a ocurrir a futuro tiene que ver que se va a mantener la competencia por los puertos vecinos que tiene Puerto Buenos Aires y no solo eso. Te voy a poner un ejemplo claro, el Puerto de Veracruz lo opera Hutchison Holdings y todas las cargas y navieras van al puerto, porque el que decide la carga y su cantidad es el país, por lo que la carga va a seguir y siendo mucho más si uno agiliza, moderniza, baja costos y es previsible.
¿Cómo ven la oportunidad de captar carga boliviana?
Eso es un caso de éxito que tiene que haber recuperado más del 50% de la carga paraguaya y ahora, después del fallo de la Haya, justamente, la gran oportunidad que tiene la Argentina es de captar la carga boliviana que, de nuevo, el lugar natural que tiene de salida al mar Bolivia es la hidrovía Paraguay-Paraná, sin lugar a dudas, de la cual forma parte también. Esta es una gran oportunidad para Bolivia para desarrollar más sus puertos, no solo los tres que tienen en canal Tamengo, sino el proyecto que tienen en Puerto Busch y poder transbordar su carga en el Puerto de Buenos Aires, nosotros los estamos esperando.
¿Esperar esa carga incluye desarrollo de infraestructura?
Nosotros estamos proyectando el desarrollo de una terminal con prioridad para las barcazas, para el transporte fluvial de cargas y, desde ya, con costos bajísimos para que puedan hacer los transbordos en nuestro país.
¿Por qué la hidrovía es tan buena alternativa para Bolivia?
Porque la hidrovía potencia los puertos, puede hacerlo con los puertos bolivianos, generar enormes fuentes de trabajo en los distintos puertos, en las obras y hacer mucho más competitivo el comercio exterior de Bolivia. Esa es, por lo pronto, nuestra visión.
Paraguay también gana si Bolivia accede al Atlántico por el río al ser el mayor armador fluvial del área…
Paraguay tiene la tercera flota más grande del mundo, eso es un trabajo impresionante que hizo Paraguay, no nos olvidemos que las flotas de barcazas, el liderazgo en la región lo tuvo Argentina y durante los 12 años de Gobierno anterior se perdió, es algo que es vox pópuli, lo sabe toda la industria y toda la comunidad portuaria por poner restricciones y trabas al comercio, que es todo lo contrario a lo que estamos haciendo.