Investigan lesiones graves provocadas a tripulante italiano en buque de Grimaldi Lines

Por Redacción PortalPortuario/Agencia Ansa

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En Italia investigan las graves lesiones que tendrían a un maquinista italiano al borde de perder las piernas, luego de que supuestamente fuera encerrado y atado con cables en su camarote del buque Ro-Ro Grande Texas de la línea Grimaldi.

La denuncia fue hecha por la familia, luego de que el joven de 20 años fuera trasladado desde la nave mediante una ambulancia área en estado de confusión y con severos traumatismos por aplastamiento en sus miembros inferiores, lo cual había sido provocado, según una denuncia de su familia, al haber sido atado con líneas de cable usadas para el transporte de automóviles.

El tripulante originario de Mondragone (Caserta) está, actualmente, hospitalizado en el departamento de cirugía vascular de Cardarelli en Nápoles, donde llegó el 24 de marzo. Tras la denuncia de la familia ante los carabinieri, asistidos por el abogado Sergio Pisani, la fiscalía investiga para esclarecer qué ocurrió realmente a bordo del barco.

Salvatore, como ha sido identificada la víctima, vive en Mondragone con una tía y un tío, quienes lo criaron y lo hicieron estudiar en la escuela náutica Isis Stefanelli, donde se graduó con el título de maquinista y luego fue contratado por Grimaldi Lines con la que emprendió un hace unos meses en el carguero Grande Texas.

Hasta al menos mediados de marzo, cuenta la tía en la denuncia presentada ante los Carabinieri de Mondragone, el contacto telefónico con Salvatore fue constante.

El joven -que estaba en su primer trabajo- dijo que la navegación era regular, al menos hasta su llegada a Libia en el Puerto de Misrata, cuando comenzó a reportar problemas con la limpieza del alojamiento, por falta de trabajadores. A partir del lunes 13 de marzo cesó el contacto entre tía y sobrino.

El martes 14, la tía fue contactada por el capitán del barco, quien le dijo que Salvatore se encontraba en un estado confuso, agitado y violento, y que por ello había sido encerrado en el camarote, vigilado por dos personas, pero que en cualquier caso, había sido examinado por un médico de la base militar de Misrata, quien le había recetado tranquilizantes y psicotrópicos. El 15 de marzo, siempre según cuenta la tía, el capitán le dice que Salvatore ha empeorado y ya no reconoce a nadie a bordo.

El médico también contacta a esta familiar y le dice que el joven puede ser repatriado, pero el primer intento falla por problemas con el pasaporte. La tía del tripulante, el 18 de marzo, presentó una denuncia ante los Carabinieri, mientras que el 24 el joven fue finalmente repatriado con un ambulancia aérea que despegó de Trípoli y aterrizó en Capodichino.

Finalmente,  la mujer presentó una denuncia complementaria ante la fiscalía de Santa Maria Capua Vetere, en la que denuncia que su sobrino habría sido atado a la cama del camarote con amarres, los cables que se utilizan para sujetar los autos durante el transporte.


 

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