Karina Vergara: “En el Canal de Panamá también hemos ampliado ambiental y socialmente nuestro actuar”

Por Andrés Orrego Siebert

@PortalPortuario


El Canal de Panamá no solo es una parte fundamental de la logística marítima internacional, posición que se reafirmó con la puesta en operaciones del tercer juego de esclusas, sino que cumple un rol social y ambiental preponderante en el país desde que el área de la cuenca hidrográfica de la vía interoceánica se revirtiera a favor de los panameños con la aplicación del Tratado Torrijos-Carter.

Así lo detalló, en entrevista con PortalPortuario, Karina Vergara, gerente encargada de la División de Políticas y Protección Ambiental, área que depende de la Vicepresidencia de Administración de Recurso Hídrico.

¿En el último tiempo el Canal de Panamá ha hecho un fuerte esfuerzo por cuidar el recurso hídrico.  ¿Cuáles han sido las acciones que ustedes han liderado para mantener y cautelar el buen uso del agua? 

En este momento, nosotros entregamos resultados de algunos estudios en algunas áreas que estaban fuera de la cuenca y ya a partir del 2019 empezamos a revisar nuevamente esas opciones. El año pasado contratamos al Cuerpo de Ingenieros para que ellos revisen todas las opciones que habíamos revisado anteriormente, verifiquen si hay otras opciones que nosotros podemos también plantear, y de esa manera el siguiente año tengamos ese abanico de las alternativas que podrían ser consideradas para, primeramente, tratar de incrementar o aumentar la capacidad de administración dentro de nuestro sistema y si se requiriese en algún momento saber qué es el volumen o cuánto es el volumen que deberíamos tener para poder fortalecer el sistema de abastecimiento a largo plazo. En el corto plazo, nos estamos manejando, pero el Canal de Panamá se caracteriza por tener esas luces de mediano y largo plazo en donde no podemos esperar, por ejemplo al 2030 para tener un problema para decir qué vamos a hacer, porque cualquiera de las iniciativas que preliminarmente podemos nosotros vislumbrar necesitan, por lo menos, tres años a ocho años en algún momento para poder concretarse, por eso es importante tener todas esas opciones, evaluarlas económica, técnica y ambientalmente, en este último incluyo socialmente.

En ese contexto, ¿Cómo han ido avanzando desde ese entonces hasta ahora las distintas acciones? ¿Qué resultados han tenido? ¿Qué han visto como modelo exitoso a seguir?

Sobre alternativas específicas de cómo nosotros vamos a afrontar esa administración de agua tendríamos que esperar hasta el 2023 donde tengamos ese abanico de opciones. De hecho hay una oficina, el Programa de Proyectos Hídricos que maneja este proyecto, pero nosotros estamos trabajando desde otra dirección también, el año pasado con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo completamos dos productos que son sumamente importantes: la estrategia de desarrollo sostenible y descarbonización, que igual la vas a poder encontrar en la página web; y el plan indicativo de ordenamiento territorial que nos alinea para ir trabajando desde el manejo de la cuenca para que cualquier impacto futuro pueda tener un efecto no tan grave, no solamente sobre el sistema del Canal sino que sobre las poblaciones que están allí porque ellos son nuestros socios estratégicos, quien cuida la cuenca.

Entonces ¿quién cuida la cuenca?

Nosotros no somos dueños de la cuenca, son las personas que allí habitan. Los productores del café, si ellos no tienen una opción que les pueda revertir en ingresos que puedan garantizar sus necesidades básicas: alimentación, techo, salud para ellos y para su familia, no vamos a tener un aliado estratégico que tú le puedas decir “es importante cuidar la cuenca para que otros 55% de la población tenga agua o para que los buques puedan transitar”, entonces hemos apostado en reforzar esa estrategia de sostenibilidad.

¿En qué consiste la estrategia que menciona?

Teníamos una estrategia que estuvimos implementando el 2005 al 2020, luego dimos esa mirada, ¿cuál es el elemento clave de esa mirada? Cambio climático. Entonces en esta estrategia incluimos unos escenarios en tendencia que están dados por los modelos que utilizamos a nivel internacional que se ajustan más a nuestra región, y nos hemos apalancado en esta serie de datos históricos que tenemos por más de 100 años, que los ve la división de agua de la Autoridad del Canal de Panamá, que nos garantiza o quizás nos lleva hacia resultados de modelos un poco más precisos. Todo modelo funciona en relación con qué tan buenos son tus datos, si yo tengo pocos datos mi modelo me puede dar algo más o menos que puede servir, pero si yo tengo datos más robustos me pueden indicar cuál puede ser el patrón.

¿Qué variables han incluido? 

En ese sentido, nosotros además de la parte climática en ese modelo hemos incluido la tendencia de crecimiento poblacional e igualmente de la oferta y demanda de agua porque también son factores que van a incidir en un momento dado en ese balance hídrico y no podemos quedarnos con lo que tenemos ahora sino que tenemos la proyección 2030, 2040, 2050, qué pasaría si no hacemos nada si todo sigue como está en este momento o si tenemos algunas rutas de adaptación, no solamente con los proyectos de agua que estamos estudiando que el otro año pensamos tener una mejor identificación, sino cómo tenemos que manejar el territorio y eso te diría que es un continuo de lo que venimos haciendo, aprendiendo, porque igualmente, al principio cuando el Canal de Panamá revierte a Panamá, la zona se llamaba “zona del Canal”. La zona del Canal era esta parte de aquí y los norteamericanos manejaban eso, tenían un control absoluto, nadie pasaba hacia allá, pero no hacían nada en relación con estas áreas que están allá que nosotros como Cuenca Hidrográfica del Canal, sabemos que son las que nos aportan el agua que manejamos los embalses.

¿Cómo fue el cambio en la aproximación desde el fin del control estadounidense? 

Nosotros comenzamos a trabajar con esos territorios, con esas comunidades, con instituciones, en un lugar donde sabíamos que no era la zona controlada por ACP, sino que hay que trabajar con todas las leyes nacionales y con actores productivos, sectoriales, comunidades. Dicho eso, cuando comenzamos el 2002 o 2003, yo comencé a trabajar aquí en el 2005, nos circunscribíamos a proyectos que mejoraran la cobertura vegetal porque eso protegía el suelo, pero eso desde un punto de vista meramente técnico. Luego fuimos aprendiendo que si le agregamos valor al trabajo de las personas que están allí, de llevar un café que las personas, por ejemplo, vendían en cereza y anteriormente, se vendía en 60 o 70 dólares el saco, luego agregando un poquito de valor a si yo lo colecto el café y entrego una mejor calidad, si lo entrego secado, si lo entrego tostado, voy subiendo el valor hasta llegar aquí en donde, de esta manera, puedes obtener 450 dólares por ese quintal.

¿Podríamos decir que el Canal no solo es amplío en las esclusas, sino que también tuvo una  ampliaciónsocial y ambiental en este último tiempo?

Creo que es algo que debemos darle esa mirada también, porque efectivamente, en el 2016 nosotros ampliamos el tercer juego de esclusas, pero desde el 2000 que revierte el Canal esa parte. Hemos ampliado ambiental y socialmente nuestro actuar en las áreas de la cuenca del canal. Anteriormente, se circunscribía a la zona del canal y quizás puedes buscar qué era, o sea, era una franja con kilómetros y kilómetros a cada lado, pero de allí no importaba que pasaba en otras áreas. De hecho, podemos percibir con imágenes satelitales ese cambio.

Además del cuidado del agua y el trabajo con comunidades ¿En qué se ha notado este trabajo?

Cuando nosotros comenzamos en el 2000, había una taza negativa de deforestación, eso quiere decir que perdíamos un poco de cobertura vegetal. Fuimos llevando esta tendencia hasta que en algún momento se hizo, realmente no había ni ganancia ni perdida y ahora hay una ligera ganancia. En ese momento, nosotros vimos esto como un gran logro porque no se trata de decir “yo voy a aumentar mi porcentaje de cobertura que actualmente es 60% de cobertura vegetal protectora -así le llamamos- a 70%” porque sabemos que los espacios que están ahí también son espacios de habitación, hay comunidades, tú no puedes decir dónde va a vivir esa gente y son espacios de producción económica, en donde ellos necesitan eso para, no queremos decir subsistir, sino para vivir adecuadamente. La palabra subsistencia no es el objetivo de nadie, que tú le ayudes a subsistir a alguien, sino a mejorar su calidad de vida.

Con la ampliación ya funcionando y el tránsito de más naves y de mayor tamaño ¿cómo lo hacen ustedes para poder proteger el agua de la salinidad, las especies invasoras y todas estas cosas que están asociadas a la operación marítima? 

 Tenemos un equipo de calidad de agua que va monitoreando porque justamente necesitamos saber cuándo tú tienes algún tipo de alerta y poder entonces aplicar medidas. Como ha comentado el administrador, nuestra principal preocupación también en algún momento es mantener esa calidad para la parte de aprovisionamiento de agua a las personas, o sea, mantener la calidad de consumible y también para la parte de biodiversidad. En ese sentido, aplicamos medidas de conservación de agua en donde en algún momento si sabemos que hay niveles que van subiendo en cuanto a salinidad, nosotros hacemos estas medidas para poder conservarlo, pero hay un equipo que tiene ya montado, por ejemplo, este sistema de monitoreo y tiene años también. La calidad de agua se mide a nivel de la Autoridad del Canal de Panamá ya de manera periódica ya del 2000, tenemos los informes en la web. Anteriormente había unos puntos específicos justamente por lo que te mencionábamos que era la zona del canal, pero tenemos data que nos indica que, de acuerdo con el índice de calidad de agua, nosotros tenemos una buena calidad.
La descarbonización es una tendencia que ya se aceleró los último dos, tres años, que ya ha agarrado un ritmo bastante incesante ¿Qué es lo que se hace desde este lugar para sumarse a esa tendencia?

En el año fiscal 2022 nosotros completamos un plan para la cuenca de desarrollo sostenible y descarbonización, en donde vamos a tratar de promover, te digo tratar porque tenemos que ver con terceros, pero paralelamente se elaboró el plan de descarbonización de carbono neutral para nuestras operaciones. En ese plan hemos identificado una serie de acciones que van desde la identificación, por ejemplo, de combustibles más limpios, con menos cantidad de algún tipo de contaminante, antes había muchos con azufre, eso se ha ido bajando y también las tecnologías que podamos aplicar para nuestros sistemas de operación. En ese sentido, hay una compra de remolcadores híbridos que no son totalmente eléctricos, tienen parte de combustión y otra eléctrica, pero nos van llevando hacia esa ruta hasta que tecnológicamente nosotros también podamos tener equipos que nos respondan de manera segura porque también tenemos que evaluar parámetros de seguridad. La ruta la estamos planteando. Dependemos mucho de investigación y desarrollo que en algún momento nos permita tener esa tecnología y equipos disponibles, pero estamos nosotros apostando y verificando en el mercado cuáles son esas opciones.

¿Qué otras iniciativas apuntan a fortalecer el objetivo de bajar emisiones?

En cuanto a otros temas que nosotros podemos ir trabajando poco a poco en nuestras operaciones, también tenemos un proyecto de consolidación de instalaciones en donde todo esto que tú ves tan grande podemos llevarlo tanto en Pacífico como en Atlántico a complejos en donde estemos todos más cerca, reduzcamos movilización, tengamos oficinas con sistemas más inteligentes en cuanto a luz, ventilación y otros temas, pero sí lo estamos trabajando dentro de ese plan que lo terminamos el año pasado y que desde este año van a haber estas medidas en crecimiento hasta que logremos esta neutralidad al 2030, esa es la meta, con reducción de emisiones per se, operativas más la compensación que en algún momento le vamos a hacer por si no podemos lograr operativamente bajar el horizonte de descarbonización, entonces el 2050 que está consecuente con la mayoría de los pletsch que tenemos a nivel internacional.

Hace un tiempo atrás se lanzó este canal de Panamá en la Ruta Verde, se hablaba de una serie de incentivos para naves más limpias… ¿Cómo es la interacción con los clientes en este aspecto?

Nosotros comenzamos en el 2014 a construir ese procedimiento para poder reconocer a nuestros clientes y tratar de promover a que ellos vayan obteniendo valor de esas inversiones y se crea el Green Connection Award que es uno de los reconocimientos que se brinda y tiene que ver con lo que acabas de decir: aquellos buques que usen propulsión con gas, por ejemplo, no estén utilizando algún tipo de combustible que genere más emisiones a la atmósfera. También a algunos que apliquen algunas tecnologías, por ejemplo, que están aprobadas por la OMI  que son índices de combustión que hacen que el buque que por la tecnología que tienen puedan emitir menos emisiones. También hay algunos parámetros de velocidad y nosotros aplicamos esos requerimientos ligados a la época en donde tenemos a las ballenas transitando en el área.


 

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