Por José Francisco Díaz
@PortalPortuario
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sugirió a nuestro país desarrollar estrategias de infraestructura a largo plazo a escala nacional, regional y metropolitana, esto con el propósito de hacer frente a las deficiencias de las conexiones entre los puertos marítimos y el sistema de ferrocarril.
“El escaso desarrollo de las infraestructuras intermodales de transporte y la coordinación con las áreas metropolitanas incrementan la congestión del tráfico y los daños medioambientales”, apuntó el organismo en un documento sobre la economía chilena, entregado al ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre.
Asimismo, el organismo llama a nuestro país a “unificar las regulación de los puertos marítimos públicos y privados; integrar plenamente los daños ambientales y de salud de los distintos modos de transporte en el sistema tributario y en la tarificación de las carreteras para garantizar una justa competencia; además de reducir las barreras de entradas en los servicios marítimos y ferroviarios”.
Evaluación general
En cuanto a la evaluación general del rendimiento económico de Chile, se plantea como esquema general la resilencia de nuestra economía al shock de las materias primas, la necesidad de generar nuevas fuentes de crecimiento a largo plazo, la ampliación del acceso al empleo de alta calidad, además del reforzamiento del crecimiento de la productividad y la evolución de las exportaciones.
En este último punto, se recomienda la mejora del entorno regulatorio para impulsar el dinamismo.
Sobre lo anterior, la OCDE señala que existe margen para aplicar medidas que faciliten el comercio, de las cuales existe una serie en marcha calificadas como positivas, destacando la implementación del SICEX desde 2011, aunque realiza un llamado a fomentar su uso y ampliar su alcance.
Por otra parte, se encuentra la reforma aduanera de 2017, donde se pide aplicar procedimientos simplificados a importaciones; continuar la iniciativa actualmente en curso para integrar los sistemas portuarios, dado que anteriores iniciativas para simplificar las importaciones adoptadas en otros países han logrado incrementar de forma significativa las exportaciones chilenas.
Asimismo, se pide racionalizar las normas de origen existentes; revisar las regulaciones perjudiciales para la competencia en transporte marítimo como: el límite sobre patrimonio extranjero para constituir una sociedad naviera y ser capaz de registrar embarcaciones marítimas en su nombre; además de revisar la baja participación extranjera en el mercado de cabotaje.
Brechas
La OCDE dice que se debe “abordar las brechas de infraestructura y de logística” -específicamente en el sector marítimo y de transportes- puesto que si bien la percepción reinante es que la calidad de la infraestructura nacional es superior al promedio de América Latina, se evidencia que subsisten cuellos de botella en la infraestructura logística, que reflejan en parte la falta de interoperabilidad entre puertos marítimos y sistemas ferroviarios, y la ausencia de conexiones por carretera y de terminales intermodales de transporte combinado.
Otras de las observaciones están en que el “transporte representa costos altos que actúan como obstáculo a los exportadores”, a la vez que ve con buenos ojos la Red Logística de Gran Escala, pero anticipa que el tránsito continuado de contenedores seguirá generando tensiones en la infraestructura de transporte, mientras no haya conexiones ferroviarias debidamente diseñadas en otros puertos.
En este punto, se recalca la necesidad de reforzar las autoridades portuarias y la coordinación con autoridades públicas locales, ya que el tren exige eliminar barreras de acceso a las infraestructuras.
Junto con lo anterior, se precisa que “la coordinación en el uso del suelo y la planificación del transporte será fundamental para conseguir las altas rentabilidades esperadas de las inversiones en infraestructuras en un país en proceso de convergencia como Chile”.
Por eso la OCDE llama a profundizar la iniciativa del Observatorio Logístico; pide fortalecer cooperación entre municipios y ministerios encargados de las políticas urbanas; solicita promover asociaciones municipales; integrar daños ambientales y sanitarios en la tarificación de las carreteras, además de convenir tasas de congestión y herramientas de gestión adecuadas a la demanda logística.
