Por Luis Alonso

@PortalPortuario

La Corporación de Puertos del Conosur expuso recientemente ante la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones del Senado –relativo al proyecto de Ley que busca flexibilizar el cabotaje marítimo en Chile– y solicitó la apertura del cabotaje para buques de pasajeros con capacidad menor a 400 turistas.

Cabe mencionar que el Gobierno de Chile promulgó en febrero de 2019 la modificación a la Ley 3.059 de 1979, lo que autorizó el cabotaje de personas a bordo de cruceros de bandera extranjera con capacidad de pernoctación y que puedan transportar a un número igual o superior a 400 pasajeros, en el marco de su paso por los puertos chilenos.

La regulación; sin embargo, ha quedado -desde entonces- sin la redacción de su reglamento y, en consecuencia, el “producto Chile” no ha podido ser comercializado por las distintas líneas que llegan cada temporada estival al país.

En este sentido, la Corporación propuso a los parlamentarios el eliminar la restricción de capacidad mínima de 400 cruceristas que establece la actual legislación (y con esto toda limitación), a modo que todos estos tipos de navíos extranjeros puedan efectuar cabotaje en Chile.

Además, se planteó -a modo de consideración y estudio- la posibilidad para que las naves del segmento recreacional puedan participar del traslado de pasajeros entre puntos del territorio chileno. Lo tratado en el caso de que no existen recorridos a cargo de motonaves chilenas.

Al respecto, el presidente de la Corporación Puertos del Conosur, Enrique Runin, expresó que “los cruceros que tienen una capacidad menor a 400 pasajeros no requieren de gran infraestructura aeroportuaria y hotelera para establecer sus recorridos. Ya sean de 150, 200 o 300 pasajeros podrían establecer recorridos entre puertos que no sean tan grandes, muchos puertos y destino de Chile tienen capacidad para recibirlos. Estos cruceros podrían ofrecer recorridos cortos”.

“El tour de cruceros más vendido en el mundo son los que tienen duración entre 5 o 7 días en total. En ese caso, si un buque dentro de Chile quiere establecer recorridos en dos puertos chilenos los podría perfectamente hacer con esa duración. Sin embargo, no lo pueden hacer porque en Chile, para los barcos de menos de 400 pasajeros de capacidad, está prohibido efectuar cabotaje, de tal manera que están obligados que para cumplir la normativa deben buscar un puerto en otro país obligatoriamente”, complementó.

En la actualidad, este tipo de naves operan principalmente en la zona austral de Chile entre recintos portuarios chilenos y Ushuaia, Puerto Madryn y Buenos Aires en Argentina o Montevideo en Uruguay, con una extensión promedio de travesía de 14 días. Los buques están orientados a un segmento de mercado caracterizado por ser turistas extranjeros con un alto poder adquisitivo, centrados en el lujo y/o la exploración.

Runin apuntó que la solicitud emanada desde la Corporación agregaría una demanda que actualmente no existe, con pasajeros de alto poder adquisitivo y distinto al que actualmente es atendido por operadores chilenos. Además, acotó que el tamaño de las naves no afectaría la sustentabilidad de las localidades visitadas.

Asimismo, se abrirían oportunidades para que nuevas localidades se conviertan en destinos de cruceros, impulsando así sus economías locales. En esa línea, se posibilita la promoción de potenciales nuevas rutas cortas y destinos turísticos en la zona norte y centro del País, tales como Arica-Valparaíso/San Antonio; Valparaíso/San Antonio-Talcahuano-Puerto Montt; Puerto Montt-Chacabuco-Punta Arenas; entre otros.

Lo tratado aumentaría la demanda de servicios que requieren los cruceros, tales como tripulantes, aprovisionamiento, combustible, prácticos, pilotos, etc. Una situación que sería un aporte directo a las economías locales y una nueva alternativa de vacaciones para los chilenos.

Por tanto, la propuesta de cambio legislativo de la Corporación busca modificar el inciso segundo del artículo tercero de Ley de Fomento a la Marina Mercante (Decreto Ley N°2059), quitando la mención de “capacidad de transporte sea igual o superior a 400 pasajeros” y, en caso de aumentar la oferta, agregar el habilitante para que los cruceros puedan “participar en el cabotaje marítimo de pasajeros entre puntos del territorio nacional”.

Cabe recordar que las propuestas de la entidad que preside Enrique Runin no fueron consideradas en el primer trámite constitucional llevado a cabo en la Cámara de Diputados, aludiendo que las medidas podrían afectar a los navíos chilenos que se dedican al rubro del transporte de pasajeros y, con esto, a la mano de obra nacional.

Al respecto, el senador Alejandro Kusanovic enfatizó que el tema tratado “tiene un error de concepto básico”, esto en cuanto “la competencia dentro del territorio nacional y la libre competencia tiene una regla fundamental en que todos utilicemos las mismas reglas del juego”.

“Cuando utilizas reglas distintas ya no es competencia, es una competencia desleal y esto fomenta la destrucción de la marina mercante y de los cruceros nacionales, ya que no puedes competir con banderas de conveniencia con la bandera chilena. Lo que hay que hacer acá es que la bandera chilena sea competitiva”, concluyó.