Por Redacción PortalPortuario.cl
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La empresa Repsol, a través de su filial en Perú, informó que se encuentra avanzando en la firma de compensación final con un grupo de personas que se vieron afectadas por el derrame de petróleo ocurrido en la localidad de Ventanilla, el 15 de enero de 2022, estipulando -en esta ocasión- acuerdos con más de 2.000 familias.
En concreto, los arreglos finales competen a individuos dedicados a actividades económicas impactadas por el desastre ambiental, pertenecientes a los distritos de Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Aucallama y Chancay.
De esta forma, serían más de 9.500 las familias que ya han recibido adelantos de compensación, las que guardarían relación con los arreglos finales tratados.
Bajo este contexto, desde la multinacional energética y petroquímica española (con filial en Perú), se comunicó que “con este importante hito la empresa avanza en su compromiso de compensar a las 10.300 familias afectadas por el derrame, que fueron censadas en el Padrón Único de Afectados realizado por los gobiernos locales con la asistencia técnica de Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), y cuya culminación fue comunicada por la Presidencia del Consejo de Ministros“.
Además, también se añadió que “la compañía reitera su compromiso para ejecutar nuevos proyectos sostenibles de desarrollo social en las zonas afectadas”.
Desastre Ecológico
Cabe recordar que, el incidente ocurrido en el mes de enero de 2022, se produjo luego que cayera al mar crudo procedente del proceso de descarga del petrolero Mare Dorium, cuando el buque se encontraba en las instalaciones del Terminal Multiboyas N°2 de la Refinería La Pampilla, perteneciente al Grupo Repsol Perú.
En aquella ocasión, desde Repsol se apuntó a un accidente producto del oleaje anómalo producido por la erupción de un volcán submarino en Tonga, situación que fue cuestionada por la Marina de Guerra del Perú y que, finalmente, fue desestimado en el Informe final de la Comisión Investigadora del Derrame de Petróleo.
En línea con lo anterior, y mediante la oficina de comunicaciones del Congreso del Perú, se indicó que “el 15 de enero de 2022, alrededor de las 17:18 horas, no hubo oleaje anómalo y no existió corriente submarina. De acuerdo al sistema de monitoreo de la estación del nivel del mar de la Unesco, se concluye que, en la bahía del Callao no se presentaron oleajes anómalos”.
El documento de más de 300 páginas sostendría que la tubería de 4.5 kilómetros de largo y casi 50 años de antigüedad -que transporta el combustible a la refinería- no había sido renovado, ni tampoco recibido el correcto mantenimiento.
Asimismo, se añadió que el buque de bandera italiana habría quedado amarrado de forma incorrecta, junto con no contar con la presencia de prácticos marítimos a bordo del navío durante la descarga.
De esta forma, se determinó los factores que llevaron al desastre ambiental, apuntando a Repsol Perú como responsables del incidente y al capitán italiano de la nave, Giacomo Pisani, como corresponsable, al no provenir ni controlar oportunamente el vertimiento del carburante en el mar del litoral peruano.