Por Redacción PortalPortuario

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Dando una mirada a los hechos de 2022, es factible identificar una serie de acontecimientos e hitos que -al repetirse o tener cierta continuidad- marcaron una tendencia. En esta nota, te mostramos cuáles fueron elementos clave del año.

Congestión

Un factor que marcó la agenda internacional fue que la congestión a nivel portuario, siendo un escenario que -de enero a diciembre- tendió a replicarse en diferentes zonas geográficas con especial énfasis en Asia, Europa y Estados Unidos, pero alcanzando también a las rutas secundarias.

En el norte de Europa, la congestión portuaria, de acuerdo al Instituto Alemán de Kiel para la Economía Mundial, mostró que en el Mar del Norte la congestión se tornó grave con un 2% de la capacidad mundial de carga retenida en esa zona a inicios de septiembre. Las interrupciones obligaron a las navieras a alterar sus cronogramas.

Como condimento adicional, las huelgas portuarias y la invasión de Rusia a Ucrania acrecentaron el problema generado desde el inicio de la pandemia del Covid-19 originada en la ciudad de Wuhan, en China, a fines de 2019.

La guerra

La guerra desarrollada a partir de la intrusión bélica de Rusia en territorio ucraniano puso en jaque no solo al transporte marítimo, su logística asociada, sino que también hizo tambalear nuevamente a la debilitada economía. Como efectos inmediatos, los países resintieron la falta de granos, toda vez que Ucrania y Rusia son los mayores productores mundiales. Por lo mismo, la OMC advirtió que el conflicto puso en riesgo la recuperación del comercio global al provocar incrementos en los precios de alimentos, combustibles y fertilizantes.

La Cepal estimó que solo en América Latina, a causa del enfrentamiento armado en Europa del Este, 7,8 millones de personas se sumarían a los 86,4 cuya seguridad alimentaria peligraba y, junto con esto, las exportaciones de la zona vieron disminuido su valor. En tanto, la Unctad observó que el precio del combustible marino subió 64%.

Huelgas

Las huelgas portuarias pusieron presión extra a la cadena logística global incrementando la congestión debido a paralizaciones o bien a la lentitud con la que se atendieron las cargas. Los paros también se evidenciaron en otros eslabones como en el transporte terrestre y ferroviario, logrando que la situación se volviera crítica en varios lugares.

Hubo durante este año negociaciones y faenas más lentas -en medio de las negociaciones sindicales- en Rotterdam, Hamburgo, Felixstowe y Liverpool, ocasionando demoras. En Estados Unidos, los portuarios decidieron; por su parte, respaldar las demandas del gremio ferroviario, lo que también provocó difiicultades y atascos losgísticos.

En Chile, la huelga ilegal de los trabajadores de DP World San Antonio tuvieron como símbolo la retención de una nave del servicio Eurosal perteneciente a Hapag-Lloyd, lo que generó una “alteración total”. 

Tarifas 

Las tarifas de los fletes marítimos que, hasta mediados de año se mantuvieron altas en comparación al periodo pre pandemia, anotaron durante las últimas 43 semanas del año disminuciones consecutivas, acercándose -en las rutas principales- a los valores previos al Covid-19, según lo reportó la consultora Drewry.

La tendencia, de acuerdo a Christian Seydewitz, Vicepresidente Senior de Hapag-Lloyd Chile, es que los precios de los fletes navieros se sigan estabilizando hasta encontrar una “normalidad” en 2023.

De igual manera, sobre el cierre del año, distintas consultoras como VesselsValue y Sea-Intelligence aseguraron que las tarifas tenderían a la baja, mientras que las navieras ajustaban con nuevas salidas en blanco, la oferta con la demanda. Estas salidas en blanco, según observó Drewry, oscilaron durante el año entre un 10% y 13%.

También, la consultora Xeneta determinó que las tarifas al contado para contenedores reefer de 40 pies fueron 11% más bajas en noviembre.

Hidrógeno y combustibles alternativos

Si bien solo un 35% de las principales navieras se ha comprometido a ser carbono neutral al 2025 en base a estimaciones del Mærsk Mc-Kinney Møller Center for Zero Carbon Shipping. Lo cierto es que en 2022 no solo hubo una mayor cantidad de pedidos de construcción de buques capaces de utilizar combustibles limpios como gnl, amoniaco, metanol, biocombustibles e hidrógeno.

De la misma manera, los principales puertos del mundo han comenzado a explorar sus posibilidades para suministrar estos combustibles a la industria marítima. España, por ejemplo, planea -de la mano de Maersk- producir combustibles verdes a gran escala.

Tierra, aire y mar

Otra tendencia de este año tuvo relación con la entrada al aire de las navieras con tres de las más grandes presentando “soluciones aéreas” como MSC Air Cargo, Maersk Air Cargo y CMA CGM Air Cargo que fue la primera en volar en 2021.

Las navieras también ampliaron su presencia en tierra con la idea de convertirse en integradores logísticos de puerta a puerta. Así, sin contar a APM Terminals, brazo portuario de Maersk, otras compañías como MSC y CMA CGM hicieron crecer su cartera de terminales. A esta tendencia también se sumó Hapag-Lloyd que anunció la compra de los puertos y posiciones logísticas operadas por SAAM.

Asimismo, Ocean Network Express anunció la compra de tres terminales en la costa oeste de Estados Unidos, mientras que Cosco Shipping Ports, por su lado, que ya cuenta con posiciones en Italia, Bélgica, España, Países Bajos, Abu Dhabi y Grecia, este año logró entrar a Alemania, específicamente, al Puerto de Hamburgo y, prontamente, en Chanchay, Perú, tendrá su nuevo “buque insignia”.

Perú y el hub del Pacífico

Perú fue tendencia todo el año y es que la presencia china, a través de Cosco Shipping Ports, no deja indiferente a nadie en esta industria. Mediante una inversión que bordea los 3 mil millones de dólares, la compañía asiática avanza aceleradamente en la construcción del llamado megapuerto de Chancay que busca consolidarse, una vez entrado en operación, en el hub de la costa oeste sudamericana. Con este nuevo puerto, y considerando las ampliaciones del Callao, la capacidad para mover contenedores podria bordear los 9 millones de TEU anuales, superando a Chile cuya única carta es el Puerto Exterior de San Antonio, proyecto que estaría -a lo menos- seis años atrasado.

A Chancay, por otro lado, también podría surgirle competencia interna, pues en Perú existe por dos décadas la idea de construir el Puerto de Corio que, unido a un aeropuerto, tendrá más capacidad que la iniciativa que Cosco levanta a 80 kilómetros al norte de lima.

Cruceros

Por último, también fue tendencia este año la recuperación de la industria de cruceros en todo el mundo. El fin de las restricciones por el Covid-19 y la vacunación masiva en casi todo el orbe permitieron que este negocio volviera a flotar después de casi dos años de inactividad.

A la tímida retomada de algunas navegaciones en 2021, la temporada 2022-2023 ya muestra características de normalidad en cuanto a recaladas; sin embargo, los calendarios que vienen a futuro han expresado cifras históricas de reservas en todas las compañías.

Las líneas de cruceros, que en pandemia por primera vez mandaron naves al desguace, volvieron a la carga con la construcción de nuevos buques, de mayor capacidad, tecnología y calidad de entretenimiento, tal es el caso del Wonder of the Seas, de Royal Caribbean,  entregado en marzo y que, por ahora, es el más grande y moderno del planeta hasta que lo destrone su hermano Icon of the Seas, aún en construcción.