Por Redacción PortalPortuario.cl
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La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) entregó recientemente su Informe Portuario 2021 en el cual concluyó que, pese a la pandemia y a la baja demanda de comercio marítimo mundial, los fletes marítimos de contenedores “en lugar de bajar aumentaron de forma extraordinaria”, lo que tendría una serie de repercusiones sobre los países en desarrollo y los pequeños y medianos exportadores.
Lo anterior sería una tendencia que llegó para “establecerse en alza”, debido a que el 24 de septiembre de 2021 el índice promedio mundial de fletes de contenedores spot alcanzó los niveles de USD 10.377, lo que significó un aumento de 618,6% en comparación con el valor más bajo registrado en 2020 y el 105,9% en comparación con el valor más alto de aquel mismo año. Como referencia, 2022 partió con el índice a 9.801 dólares; en 2019, el promedio anual había sido 1.454 dólares.
“Lo que se observa es que mientras el comercio bajó durante el primer semestre de 2020, y luego siguió la misma tendencia de 2019, y en 2021 demostró una suave alza, los fletes subieron de forma muy preocupante”, puntualizó Cepal.
Como consecuencia de lo mencionado, los que se verían mayormente perjudicados serían aquellos países de menor tamaño, con ingresos más acotados y sectores productivos pequeños.
“En el caso de la estabilización de los fletes en alza, lo relevante es que la falta de competencia en el transporte internacional y los fletes marítimos excesivos dañan artificialmente y de manera especial a los países de menor tamaño y menores ingresos, y a sectores productivos de menor envergadura, lo que encarece tanto el precio de los bienes de consumo importados esenciales para su población, como a los costos de los insumos y bienes de capital requeridos para su desarrollo industrial, lo que constituye un obstáculo decisivo para la industrialización y el crecimiento de las naciones de bajos y medianos ingresos”, señala el Informe de Cepal.
En el mismo sentido, desde la Comisión se complementa que “en todo caso, los exportadores más perjudicados son los pequeños y medianos, quienes no poseen capacidad de reacción y pierden competitividad en sus exportaciones. Con respecto a las importaciones el impacto es triple, afecta a los sectores productivos que importan bienes de capital e insumos; en la medida en que una proporción relevante de las importaciones de la región consiste en bienes de consumo, afecta directamente y de modo regresivo al nivel de vida de la población; y de modo general es un motor de alza generalizada de precios. Este último, es un impacto macroeconómico muy preocupante que no siempre es debidamente considerado”.
Así mismo, se indica como “tanto o más grave” la menor competitividad causada a las exportaciones y la consiguiente pérdida de mercados, tanto de productos primarios como especialmente industriales, cuya expansión sería determinante para el desarrollo regional.
“La competencia es el bien a preservar. Por ello, es dable sostener que la existencia de resguardos es más necesaria en un ambiente poco competitivo. El mejor regulador es la competencia, pero mientras ésta no sea suficiente, o existan limitaciones a su funcionamiento, como pareciera ser el caso, un conjunto de reglas permite incentivar un comportamiento socialmente más cercano al óptimo”, puntualiza el documento.
El Informe Portuario también hace un repaso a la regulaciones medioambientales en el sector naviero y el resto de la cadena de suministros, lo que podría repercutir en las velocidades de navegación promedio y en el aumento de los costos de transporte marítimo, lo anterior como consecuencia de la búsqueda por reducir las emisiones. “Se deben analizar desde la perspectiva amplia de las condiciones para los países en desarrollo”, concluye la Cepal.