La respuesta llegó en forma de un operativo de dragado intensivo, que en pocos días logró despejar el canal de navegación y permitió la reactivación del tráfico navegable. Según Raúl Valdez, presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (CAFyM), la profundización fue crucial para evitar mayores pérdidas económicas y para garantizar la continuidad del comercio fluvial.

Gracias a esta intervención, el flujo de barcazas hacia los puertos paraguayos se ha restablecido, lo que permitirá regularizar la cadena logística y evitar el colapso de los operadores portuarios”, explicó Valdez.

Asimismo, la autoridad advirtió que las descargas de sedimentos podrían continuar hasta abril, por lo que será necesario un monitoreo constante y nuevos operativos de dragado en caso de ser necesario.

La crisis ha dejado en evidencia la vulnerabilidad de este paso fluvial ante problemas de sedimentación y la necesidad de mecanismos de mantenimiento permanentes para garantizar la navegabilidad. Los expertos del sector insisten en que las intervenciones de emergencia no pueden ser la única respuesta, sino que es fundamental una planificación a largo plazo con obras de infraestructura adecuadas.

La reciente crisis en el paso Bermejo ha reavivado el debate sobre la necesidad de inversiones en mantenimiento y gestión eficiente en esta vía logística navegable. Por el momento, la llegada masiva de barcazas trae alivio a la logística regional, especialmente paraguaya, pero también deja una advertencia: sin un plan de mantenimiento constante, eventos como este pueden repetirse, impactando gravemente en la competitividad del comercio exterior del cono sur.