Por Marcelo López
@PortalPortuario
Una de las palabras que se pusieron de moda en el sector portuario y logístico a nivel regional durante 2023 fue el “nearshoring”.
En efecto, este año permitió conocer los primeros esfuerzos que distintos actores continentales están haciendo para aprovechar los beneficios de esta medida estratégica de la macroeconomía y que se refiere a la reubicación de procesos productivos externalizados -fundamentalmente de empresas e inversores de Estados Unidos- en países más cercanos de lo que antes estaban.
Dicho en simple, la pandemia y las sucesivas crisis bélicas y económicas de 2021 y 2022, pusieron al descubierto las falencias operativas del “offshoring”, estrategia impulsada en los ’90 por empresas de Europa y Estados Unidos, que les permitió exportar parte de sus operaciones productivas a países que ofrecían menores costos laborales y de materias primas, principalmente en Asia.
Los escenarios disruptivos, que derivaron en cierres de puertos y altos costos de los fletes navieros, además de demoras que amenazaron a toda la cadena de suministros, mostraron la vulnerabilidad del sistema e hicieron que las grandes empresas comenzaran a mirar con buenos ojos el vecindario, para traer a estas latitudes procesos relevantes de sus operaciones, con miras a no perder eficiencia.
Países como México, Costa Rica, Colombia, Brasil, Chile, Argentina y Perú, asoman como los que, potencialmente, mejor podrían aprovechar esta ola de “relocalización” de esfuerzos productivos que, sin duda, requerirán de puertos marítimos y fluviales, de actores logísticos y del transporte, disponibles para canalizar esta actualización productiva de las cadenas globales de suministro.
De hecho, solo en México durante 2023 -según el informe “Nearshoring Data Monitor” de Banco Santander México- se anunciaron inversiones de corto y mediano plazo por 44 mil millones de dólares en este país, que se consolida como una plataforma productiva estratégica para países como Estados Unidos, China, Taiwán y Alemania.
Adicionalmente, una proyección del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2022 estimó que el nearshoring traerá negocios en el mediano plazo por unos 78 mil millones de dólares para países de América Latina y el Caribe, en sectores como energías renovables, la industria textil, farmacéutica y automotriz, 64 mil millones en bienes y otros 14 mil millones en servicios.
Plena disposición
El subsecretario de Comercio para Mercados Globales y Director General del Servicio Comercial Exterior de Estados Unidos, Arun Venkataraman, analizó junto a PortalPortuario el fenómeno del nearshoring, en una entrevista en la que además instó a los puertos del continente a impulsar nuevas inversiones para ampliar su infraestructura.
“A raíz de la pandemia, quedó claro para los países y las empresas de todo el mundo que no podíamos seguir haciendo negocios como siempre (…) Las propias empresas han reconocido el peligro de los cuellos de botella y, por lo tanto, están diversificando sus cadenas de suministro para satisfacer mejor las necesidades de sus clientes”, dijo Venkataraman.
“Estamos haciendo nuestra parte en el Gobierno de Estados Unidos para apoyar estos esfuerzos con nuestros socios en todo el mundo, incluidos, por supuesto, nuestros socios en la región de América Latina, para construir cadenas de suministro competitivas y resilientes fuera de China y más cerca de casa”, añadió el alto funcionario, quien aseguró que estamos “en un momento de oportunidad” para que EE.UU. incremente su inversión en la región.
El nearshoring también ocupó espacios destacados durante el Congreso de AAPA Latam en Barranquilla. Allí actores como Lucas Ariza Buitrago, director ejecutivo de Asoportuaria, reconoció que está latente “una tremenda oportunidad para los puertos y el negocio marítimo” con esta tendencia.
“¿Qué busca una empresa que va a instalar su manufactura o distribución? Busca ventajas logísticas, y ahí por supuesto los puertos, su conectividad, la capacidad de recibir buques de distintos tamaños según las necesidades de los clientes, son factores que toman en cuanta al momento de tomar la decisión de ubicarse en un lugar o en otro (…) Esto está reconfigurando el negocio portuario y lo que vemos aquí son solo oportunidades y ventajas para los próximos años”, sostuvo.
En la misma instancia, el CEO de PTP, Guillermo Misiano, expuso que el nearshoring puede contribuir para -entre otros aspectos- se consolide la relación de los puertos con sus entornos.
“Todo esto funciona solo si hay una relación puerto- comunidad. En el fondo el nearshoring, todo este tema de tener sostenibilidad en los negocios, su objetivo final es generar no solo desarrollo económico, sino también desarrollo humano. Es un desafío transversal para toda Latinoamérica: ver el nearshoring como oportunidad para generar desarrollo urbano. Si no logramos mejorar la calidad de vida de las ciudades donde los puertos interactuamos, fracasamos”, dijo.