Por Redacción PortalPorturio/Agencia Reuters
Las navieras podrían tener que pagar una tarifa para utilizar el Mar Báltico, una de las rutas marítimas más transitadas del mundo, con el fin de cubrir los altos costos de protección de los cables submarinos, según comunicó el ministro de Defensa de Estonia.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sostuvo que desplegaría fragatas, aviones patrulleros y drones en el Mar Báltico después de una serie de incidentes en que buques dañaron cables eléctricos y de comunicaciones con sus anclas en actos de presunto sabotaje.
Además de las patrullas, el ministro de Defensa, Hanno Pevkur, comentó que los países están considerando otras medidas para proteger los cables, incluida la instalación de sensores para detectar anclas arrastradas por el fondo del mar o la construcción de cubiertas o muros alrededor de los cables.
Esto tendrá un costo y en caso que sean los países o los operadores de cable sean los que lo paguen, los consumidores verán reflejadas aquellas inversiones en el valor final de sus facturas, ya sea a través de impuestos más altos o alzas en los costos de los servicios públicos.
Sin embargo, otra opción, según Pevkur, es imponer un gravamen a los buques que navegan por el Mar Báltico, que limita con ocho países de la OTAN y Rusia. “Digamos que cuando vas al aeropuerto tienes la tasa de aterrizaje, tienes la tasa aeroportuaria y esto se paga en el billete”, señaló a Reuters en una entrevista en Tokio.
“En algún momento, tal vez veamos que, cuando se pasa por el estrecho danés, las empresas tendrán que pagar un coste, porque se trata básicamente de una tarifa de seguro por dañar los cables”, complementó. Pevkur también sostuvo que había diferentes opciones sobre la mesa y que los países tendrían que encontrar una común a todos.
Según el Comité Internacional para la Protección de Cables, con sede en el Reino Unido, cada año se dañan unos 150 cables submarinos en todo el mundo. Los cables de telecomunicaciones, las líneas eléctricas y las tuberías de gas en el Mar Báltico, de aguas poco profundas, se consideran especialmente vulnerables debido a su intenso tráfico, ya que, según algunas estimaciones, cruzan su superficie cada día hasta 4.000 barcos.
Las autoridades suecas incautaron el lunes 27 de enero un navío con bandera maltesa en relación con los daños causados a un cable que corre entre Letonia y Suecia, uno de los cuatro incidentes similares en poco más de un año que también han afectado a las líneas eléctricas y de telecomunicaciones que corren entre Estonia y Finlandia.
Pevkur comentó que si bien las investigaciones oficiales están en curso, la serie de incidentes apuntan a una acción coordinada por parte de naves que forman parte de la “flota en la sombra” de Rusia.
“Cuando vemos que todos esos barcos son parte de la flota sombra de Rusia aunque tengan diferentes banderas en sus colas. Entonces, por supuesto, sabemos que tenemos que conectar los puntos”, acotó.
Por su parte, Moscú ha acusado a los países occidentales de hacer afirmaciones “sin pruebas” sobre su participación en los incidentes.