Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
Nippon Yusen (NYK), la naviera más grande de Japón, está preocupada de que los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump puedan aumentar el costo de los automóviles y los bienes de uso diario, lo que afectará la demanda de los consumidores y desacelerará los flujos de carga.
“Los aranceles no los soportan directamente los consumidores, pero la carga recae en última instancia sobre ellos, lo que a su vez reduce el flujo real de mercancías. Esa es nuestra mayor preocupación”, declaró el presidente de NYK, Takaya Soga, a Reuters en una entrevista.
La semana pasada, Trump reveló sus planes de imponer un arancel del 25% a las importaciones de automóviles, una medida que se espera afecte negativamente a la economía japonesa, impulsada por las exportaciones. También prometió anunciar aranceles recíprocos para todos sus socios comerciales.
“Los aranceles podrían tener un impacto considerable en la economía”, remarcó Soga, y agregó que el alcance del impacto en las empresas de transporte y logística dependerá de los movimientos reales de carga.
Sin embargo, Soga ve posibles beneficios en la guerra comercial. Como se observó durante la pandemia de Covid-19, incluso si disminuyen los volúmenes de carga, las demoras en los procedimientos arancelarios podrían afectar la logística, reducir la demanda de buques y elevar las tarifas de flete, según dio cuenta el titular de la naviera.
Asimismo, apuntó que si China comienza a abastecerse de materias primas desde fuera de Estados Unidos, NYK podría encontrar oportunidades comerciales.
“La demanda de bienes de consumo general impulsó el movimiento de carga en diciembre hasta poco antes del Año Nuevo chino en previsión de los aranceles estadounidenses, pero no ha habido ningún cambio importante en los flujos de materiales desde que entraron en vigor”, acotó Soga.
Estados Unidos también está planeando cobrar tarifas por atracar en puertos estadounidenses a cualquier navío que forme parte de una flota que incluya buques ligados a China y presionará a los aliados a hacer algo similar o enfrentar represalias.
De las aproximadamente 800 naves propiedad u operados por NYK, menos del 10% son construidos en China, según datos de la naviera. “El gobierno estadounidense examinará cuidadosamente esta política, incluso si se implementará, por lo que no podemos decir ahora que dejaremos de pedir buques a China”, añadió Soga.
Ante los riesgos geopolíticos persistentes en Oriente Medio, el titular de NYK prevé que la evasión del Mar Rojo se mantenga durante un tiempo. Las perturbaciones en el Mar Rojo debido a los ataques de los militantes hutíes de Yemen absorbieron capacidad adicional el año pasado, ya que muchas motonaves tomaron una ruta más larga alrededor del sur de África.
Si bien la congestión de portacontenedores en el Canal de Panamá se ha resuelto en gran medida, NYK insta a la Autoridad del Canal de Panamá a restablecer la prioridad de Nivel 1 para el tráfico de buques tanque de gas natural licuado (GNL), según dio cuenta Soga.
Respecto a las intenciones de invertir en buques involucrados en proyectos de energía eólica marina, Soga dijo que los planes de la compañía en Japón pueden retrasarse debido a un desarrollo del mercado más lento de lo esperado, pero las inversiones en el extranjero procederán antes.