Por Nicolás Birchmeier Rivera
@PortalPortuario
La última movilización de la Unión Portuaria de Chile pegó fuerte al Bio Bio. La región se vio expuesta no solo a un frenazo del movimiento de carga que significó mermas por USD 300 millones, sino también a pérdida de credibilidad.
Así lo evalúa Claudio Cid, director regional de Aduanas del Bio Bio y presidente de la Mesa Comex de esa Región.
Cid, en entrevista con PortalPortuario.cl, expresó que todos los actores vinculados a la cadena logística-portuaria deben “madurar” para dar continuidad al negocio, más aún cuando el Bio Bio quiere consolidarse como una gran plataforma logístico-portuaria no solo para sí misma, sino para regiones aledañas e incluso para provincias argentinas.
“Si esto no somos capaces de verlo en conjunto de que si efectivamente no maduramos en cuanto a que aseguremos la continuidad del negocio, no se van afectados solamente los terminales, se van a ver afectadas las navieras, transportes, centros consolidadores, indudablemente que hay un montón de familias que están detrás”, asevera.
En los últimos meses la región tuvo una paralización de actividades en sus terminales, ¿cómo afectó al comercio exterior de la zona?
Desde la Aduana tenemos que asegurar de que lo que entra al puerto tenga que salir y que, efectivamente, finalmente ese cliente, que es el importador o exportador, el transitario como pueden ser clientes de Argentina, puedan sentir que van a entrar a un terminal y que la carga se la van a manipular y la van a embarcar y descargar como corresponde. Sentimos con preocupación de que todas estas situaciones que se han generado, más allá de si sean legítimas o no, nos pone en serio riesgo de perder lo que durante muchos años hemos comprometido, que es decir que somos una gran plataforma de negocios y servicios que se llama Región del Bio Bio, donde debemos asegurar que el comercio exterior opere por esta región.
¿En qué perjudica a la Región las movilizaciones?
No es tan solo de esta región, porque aquí hay confianza de la región de Los Lagos con el salmón, del Maule con el vino y la fruta, de las regiones como Argentina, que en este caso también hay carga que viene y que escogen salir por esta región a través de los terminales.
¿Cuál fue el impacto que tuvo la huelga?
El impacto lo calculamos en que diariamente se dejaron percibir entre derechos de impuestos, unos USD 2,5 millones. Diariamente se importan, de acuerdo a las estadísticas generales, unos 23 o 27 millones de dólares. O sea, estamos hablando que en más de 10 días, hablamos de más de USD 300 millones. Pero el impacto de eso es decirlo en cifras, el impacto es que durante todo ese periodo también los mismos trabajadores se vieron afectados, porque no pudieron hacer turnos y los transportes no pudieron dar vueltas, cobrar fletes, las navieras dejaron de llegar con sus buques, los contenedores que quedaron adentro de los puertos, terminal, muchas veces no pudieron ser derivadas las cargas.
¿Qué medidas se deben tomar para afrontar este tipo de situaciones?
Desde Aduanas propusimos a los exportadores que sacaran sus cargas por los puertos de otras regiones. Esta región lo que exporta y que importa, fundamentalmente, es carga de otras regiones, un 48% podría ser de esta región y el resto es de las otras regiones. Entonces el riesgo es altísimo, si no lo abordamos con madurez, con una división en conjunto, los 15 terminales de la región se van a ver afectados, o sea con la implicancia que significa eso en el comercio exterior.
¿De qué modo debe manejarse?
Una comunidad portuaria y todo lo relacionado al comercio exterior tienen que sentarse a conversar y ver los verdaderos impactos que pueda significar perder cargas. Porque hoy se puede estar ganando algo, pero si no conversamos, si no logramos ver entre todos lo que significa no darle continuidad al negocio del comercio exterior, nos vamos a ver afectados todos de una u otra forma.
¿Cómo abordarían este tema?
En la Mesa del Comercio Exterior esto una preocupación constante, a pesar de que como servicios públicos, fundamentalmente, con algunos privados tenemos un plan de contingencia para poder operar los terminales, o más que los terminales, el sistema. Claro que en estas contingencias donde la carga no puede entrar ni salir, es porque el sector privado no tiene las condiciones para poder ponerse de acuerdo para decirle al sector público de cómo lo van a hacer.
¿Quiénes poseen un plan de contingencia?
Nosotros como servicios públicos, sí estamos preparados para operar en una contingencia, pero el sector privado, llámese terminales, transportes, asociaciones gremiales, hoy día no tiene contingencia para poder operar sus cargas, es al revés aquí los públicos nos hemos juntado para poder darle continuidad al negocio en esta región.
¿Es relevante hacerlo antes de que comience el 2018?
Hay que hacerlo, porque estamos firmando un convenio con Argentina para seguir incrementando la posibilidad de traer cargas en tránsito y que salgan por los terminales, y a la inversa, también estamos buscando mejoras para que llegue carga del extranjero y pase por los terminales y salga hacia Argentina. Si eso hoy en día es una debilidad frente a cualquier situación de no darle continuidad a esos negocios, vamos a perder esos negocios. En definitiva, van a poder seguir operando los puertos pero con menos turnos, menos carga, y no la podemos perder porque han sido años los que hemos estado trabajando para incrementar los volúmenes y así llegamos a ser como región, en términos de volumen, la primera a nivel nacional, porque hemos tratado siempre de estar dentro de las 3 primeras, en exportación.
¿Debe incluirse a los trabajadores en el dialogo de los actores de la cadena?
Sabemos lo que representa el comercio exterior teniendo un terminal, o sea el hecho de tener un terminal como San Vicente o Talcahuano mueve mucho de la economía, porque hay muchos trabajadores en torno a esto; en Lirquén, Coronel cuantos trabajadores que dependen de esto y van mejorando su calidad de vida con un trabajo que va a invertir en esa ciudad. Por eso, el desafío es que si queremos seguir creciendo tenemos que abordar las cosas seriamente entre todos, porque es muy débil así como estamos.
¿Dónde está el desafío?
Es un desafío de todos los que trabajamos en el sistema, pero aquí es muy importante de lo que dice el transporte, navieros, aduanas, agentes consolidadores, exportadores de las otras regiones, importadores que eventualmente están tratando de sacar carga por acá, entonces es que en base a eso, que alguien los junte o aglutine y debatir en torno a esto, de cuáles son las implicancias de no abordar o, más bien, de no llegar a la problemática y buscar la solución antes, como debiera hacer cualquier país maduro en este tema.