Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario
A pesar de que las llamadas “cargas limpias” han sido un foco de permanente conflicto en los últimos años en el Puerto de Valparaíso, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, abrió la puerta a revisar la situación de los aforos en los recintos portuarios de la capital regional porteña.
La autoridad, luego de reunirse con los dirigentes de la Confederación de Trabajadores Portuarios de Chile (Cotraporchi) en dependencias de Terminal Pacífico Sur, expresó su voluntad de conversar sobre la materia que le fue planteada por los dirigentes de la estiba.
“Los trabajadores tienen muy claro cuáles los puntos pendientes que ellos quieren conversar para ir mejorando sus condiciones laborales, el aforo por supuesto que es un tema que vamos a revisarlo en profundidad. Sabemos también que los compromisos que existen en distintas materias hay que ver cómo se están cumpliendo, cómo corregir que no se preste para malas prácticas, sabemos que en materia de capacitación es muy importante de no perder la intención y el propósito”, dijo.
Monckeberg insistió en que todos los temas que los portuarios pongan sobre la mesa serán discutidos.
Cabe recordar que el Puerto de Valparaíso estableció como modelo logístico efectuar todas las labores de control y fiscalización se lleven a cabo en la Zona de Extensión de Apoyo Logístico (ZEAL), el hecho derivó en una larga disputa entre la estatal y los trabajadores portuarios que junto al concesionario TPS exigían a la EPV efectuar las cargas limpias en el patio del terminal, lo cual fue rechazado en 2015 por la Corte Suprema, dando razón a la portuaria estatal.
Pese a esto, los estibadores llevaron adelante una serie de protestas durante todo 2016 y 2017, siendo estas últimas durante la temporada de cruceros, situación que terminó siendo uno de los motivos de la fuga de las naves de pasajeros a San Antonio, la cual comenzó con la recalada del Norwegian Sun el 24 de abril del año pasado en Puerto Central que, a la postre, se convirtió en el nuevo homeport chileno.
Este nuevo conflicto se zanjó en agosto del año pasado con un amplio acuerdo entre los concesionarios, los trabajadores, EPV, el municipio y los actores del sector turístico, comprometiéndose a trabajar en conjunto para el retorno de los cruceros a la ciudad y a dotar a la misma de un muelle exclusivo de pasajeros.
Sin embargo, meses después, en noviembre EPV demandó a TPS ante el Tribunal de Libre Competencia por “prácticas anticompetitivas en el mercado de cruceros, a lo que el concesionario respondió en la misma instancia acusando “falta de planificación” por parte de Puerto Valparaíso.
Pese a ese nuevo enfrentamiento ante un tribunal, tanto EPV como TPS, además de los trabajadores portuarios, los demás concesionarios del puerto y el municipio viajaron juntos a Seatrade, a fin de demostrar “unidad” a la industria de cruceros.