Por Redacción PortalPortuario.cl
@PortalPortuario
La Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) y la firma Jan de Nul NV realizaron, en forma paralela, en los últimos días, la batimetría inicial, mientras que en la próxima semana comenzarán los trabajos de dragado y balizamiento del río Uruguay, informó el organismo.
Las tareas estarán comprendidas entre los kilómetros 0 y 187,1 del curso hídrico, a 23 pies de navegación (25 pies de profundidad), incluyendo el canal de acceso al Puerto de Concepción del Uruguay, asimismo, los canales entre el kilómetro 187,1 y el 206,8, Puerto de Paysandú, a 17 pies de navegación (19 pies de profundidad). La obra fue encomendada por los gobiernos nacionales de Uruguay y Argentina a la referida comisión.
Gastón Silbermann, titular de la Caru, explicó que “cumplida esta etapa, antes de finalizar el año 2018, podrán arribar al puerto de Fray Bentos buques de ultramar, de transporte marítimo, con un calado de 23 pies (profundidad de 25 pies en relación al cero), lo que incrementará la capacidad de carga y operativa del puerto, disminuirá el costo de los fletes marítimos, beneficiando así la cadena de valor”.
El presidente de la delegación argentina ante la Caru, Mauro Vazón, señaló que “la contratación implica cuatro años de trabajo, el primero de ellos dedicado a la profundización de la vía navegable y los tres años siguientes, al mantenimiento de la profundidad lograda”.
“Una vez que veamos a nuestros puertos activos, al río transportando mercadería de toda la región, el objetivo de ambos estados es impulsar un proceso de licitación por más años de mantenimiento”. El funcionario proyectó que “se generarán logística, exportaciones y mano de obra, que incluye a operadores portuarios, productores e industriales, quienes trabajan con el transporte y las agencias marítimas que operan desde los puertos del río Uruguay”, añadió, según un comunicado de la Presidencia Uruguaya.
Esta es una obra “trascendental para el desarrollo regional, que impulsa un transporte más económico y con menor impacto ambiental, como lo es el fluvial, para convertir al río Uruguay en una hidrovía navegada comercialmente”, subrayó.
“A medida que los pasos se van dragando se requiere un proceso de verificación y validación, corrección del balizamiento y cartas náuticas si correspondiera, hasta llegar a la autorización para la navegación por parte de los servicios de Hidrografía de los dos países, a través del comunicado a los navegantes”, sostuvo Silbermann