Por Andrés Orrego Siebert
Hubo un tiempo en que la relación ciudad-puerto no existía y era así, no por mala intención, sino porque ambos eran uno solo. Sin embargo, la modernización y expansión de las zonas urbanas, pero también de los muelles y las naves que llegan a ellos provocó un cisma entre el ciudadano y el borde costero, entre el habitante y la principal actividad de las urbes portuarias.
La industrialización de los puertos, además de la incorporación de nuevas reglas de seguridad hicieron que este activo, antes totalmente valorado, fuera quedando encerrado tras muros reales y perceptivos, siendo percibido -a la postre- como distante y hasta molesto. Esta situación ha comenzado a ser revertida por una reapertura que han tenido las empresas portuarias públicas y privadas para reconectar y vincularse con sus vecinos que, de igual modo, están cada vez más interesados en saber qué ocurre con “su puerto”.
Por eso, en muchos lugares se trata, ahora, de relaciones más sostenible y armónicas que han ido evolucionando de la mano de organizaciones como l’Association internationale villes et ports (Aivp), entidad que ha acumulado conocimiento y casos de éxito en todo el mundo con el fin de facilitar el desarrollo urbano-portuario en concomitancia del bien común.
En este contexto, José Manuel Pagés Sánchez, Dr. Ing, arquitecto e investigador en la Aivp para el desarrollo de relaciones sostenibles entre ciudades y puertos, comentó en entrevista con PortalPortuario que “afortunadamente vemos que nuestros miembros en su gran mayoría van encontrando nuevas formas de colaborar con la comunidad local y con otros actores importantes, municipios, autoridades, empresas, etc.”.
¿Cómo han evolucionado las exigencias para una buena relación ciudad-puerto?
Vemos una ciudadanía cada vez más motivada e interesada por lo que ocurre en su ciudad y su puerto. Los habitantes exigen cada vez más en cuestiones de impacto ambiental y transparencia sobre los efectos que la actividad portuaria tienen sobre su ciudad, su barrio o sus regiones. Hay cambios importantes en lo que se refiere a gobernanza, transparencia y debate público, siendo cada vez más común. Vemos que, igualmente, sigue aumentando la presión para conseguir un acceso seguro y de calidad al borde costero, recuperar el contacto con el agua y tener espacios públicos de calidad. Esto no es algo nuevo, pero sí observamos a los puertos cada vez más implicados con las comunidades locales.
¿Qué buenas prácticas han surgido en el último lustro desde los miembros de la Aivp?
Afortunadamente vemos que nuestros miembros en su gran mayoría van encontrando nuevas formas de colaborar con la comunidad local y con otros actores importantes, municipios, autoridades, empresas, etc. Precisamente, en 2024, tuvimos la primera edición del Premio Antoine Rufenacht que reconoce a los proyectos puerto-ciudad más innovadores. Los seis finalistas (Puertos de Oslo, Los Angeles, Seattle, Haropa, Tanger Ville y Corporación Puerto Madero) presentaron intervenciones de escalas muy diferentes, y todos ellos merecen destaque. Vemos como consiguen crear espacios híbridos, cercanos a actividades portuarias, como trabajan con el interfaz, creando nuevos espacios públicos, siguen principios de economía circular o priorizan la protección de la biodiversidad. El premio es un excelente catálogo de buenas prácticas, que se irá aumentando con nuevas ediciones. Se pueden visitar todos los finalistas en la página del premio: Official selection 2024 – Aivp Rufenacht prize
¿Dónde se ve mayor avance y mayor rezago a nivel mundial?
Cada zona geográfica, cada país y cada ciudad puerto tiene diferentes prioridades y recursos. Sería injusto destacar unos casos sobre otros por este motivo. Evidentemente que si hablamos de reducción de las emisiones contaminantes vemos que las zonas con mayores recursos están acelerando de manera importante la implementación de tecnología que reduce activamente las mismas. La electrificación de los muelles, el uso de maquinaria eléctrica o híbrida o la generación de energía de fuentes renovables contribuyen a disminuir el impacto negativo de los puertos, pero evidentemente esto requiere grandes inversiones que no todas las regiones del planeta poseen. Precisamente este es el gran desafío, que la transición energética se desarrolle en todo el mundo, y no solo en las regiones que hoy en día pueden permitírselos.
Menciona la electrificación y energía limpia ¿Es esto, hoy, una de las mayores preocupaciones?
Sin lugar a dudas, la transición energética y la disminución de las emisiones contaminantes han sido la gran prioridad a nivel mundial de los puertos en lo que se refiere a sostenibilidad y relación puerto-ciudad-territorio. Es el tema que ha tenido mayor destaque, con programa de financiación internacionales, grandes grupos industriales muy activos e inversiones multimillonarias. Es una evolución desigual, con regiones y puertos muy motivados en liderar esta transición, en algunos casos con potencial impacto en su modelo de negocio, y otras regiones que está esperando a que la tecnología sea más madura y accesible. Por otro lado, vemos un avance importante en el papel que algunos puertos quieren jugar en el desarrollo de la economía azul destacando en la creación de campus de innovación, involucrándose en iniciativas globales de protección de los océanos y colaborando con empresas del sector. Cada vez más los puertos se implican en la protección de la biodiversidad local, y es una de las tendencias que esperamos que se aceleren en los próximos años. Esperamos ver igualmente mayor colaboración entre instituciones de investigación y educación superior y el sector marítimo-portuario.
¿Qué puertos han desarrollado buenas políticas con sus comunidades y entorno?
¡Afortunadamente, es muy difícil seleccionar solo unos casos! En el caso de Chile, vemos como nuestros miembros, las empresas portuarias de San Antonio, Valparaíso y Talcahuano están desarrollando acciones concretas con la población local, ya sean de colaboración a largo plazo con programas educativos, como Puerto Educa, o asociadas a grandes y ambiciones proyectos. Creo que el Acuerdo por Valparaíso ratificado hace ya más de un año y el proceso de planificación costero son excelentes referencias que seguramente serán replicadas en otros casos.
En Europa vemos enormes esfuerzos para implementar la electrificación de los muelles y el desarrollo de combustibles alternativos para reducir la contaminación de los buques en puerto, con importantes inversiones. En Canadá, por ejemplo, la figura de los comités para la relación continua con la comunidad se está generalizando con buenos resultados. En países como Marruecos hay ambiciosas estrategias de desarrollo de la economía azul, con los puertos como elementos centrales, al igual que se está haciendo en puertos como Lisboa, Barcelona o Los Angeles. En Sídney, Australia, hay nuevos planos para el waterfront y poder combinar terminales de graneles con nuevos espacios públicos. Hay numerosos ejemplos positivos un poco por todo el mundo.
¿Qué está en el horizonte de los puertos de 2025 para adelante? ¿Qué objetivos ha trazado AIVP para los años que vienen?
Para la AIVP el mayor desafío va a ser defender la importancia de las ciudades puerto y los puertos en los grandes debates mundiales, como por ejemplo en la COP 30 o en la próxima gran conferencia de los Océanos de las Naciones Unidas que ocurrirá en Niza en Junio de 2025. Si salimos de nuestro sector vemos que muchas veces no se tienen en cuenta a los puertos y todos sus ecosistemas como enclaves fundamentales para desafíos como por ejemplo la protección de los océanos o la resiliencia costera. Si se mantiene una perspectiva que no considere las particularidades de los territorios ciudad-puerto, no se conseguirá dar una respuesta eficaz a estos desafíos, por lo tanto, es nuestra prioridad conseguir destacar su importancia en estos foros internacionales, defender las necesidades de los actores clave y conseguir aumentar las posibilidades de financiación e innovación en ellos. Es un gran desafío, pero muy necesario. Al mismo tiempo, AIVP tiene como objetivo implicarse en la relación puerto-ciudad-comunidad en el contexto local. Como dije antes, la ciudadanía tiene cada vez mayor interés en lo ocurre en su puerto, por lo que queremos ayudar a nuestros miembros a dar respuesta a este desafío y mejorar su relación con al comunidad.