Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario

Después de 23 días de quedar a la deriva por la falla de su motor principal, el portacontenedores Maersk Saltoro -fletado por la naviera Maersk– completó sus reparaciones y ha reanudado su viaje entre el Puerto de San Antonio y el de Nansha, en China. Con esto, la nave que lleva a bordo 1.353 contenedores reefer con cerezas chilenas de exportación.
Se espera que la nave arribe al complejo portuario chino para el día 17 de febrero, siempre sujeto a las condiciones de viaje. Los contenedores, de acuerdo a lo indicado por Maersk, se encuentran conectados a la energía de la nave y en pleno funcionamiento.
“Los propietarios del buque han confirmado que las reparaciones temporales se han completado con éxito y el buque ha reanudado su viaje hacia el nuevo Puerto de Nansha, China. La llegada estimada es el 17 de febrero de 2025, sujeta a las condiciones del viaje”, sostuvo Maersk al ser consultada por PortalPortuario.
“Mientras tanto, los propietarios de los buques han confirmado que todos los contenedores frigoríficos a bordo están enchufados y funcionando”, señaló la naviera.
La carga de agroexportación del Maersk Saltoro, cabe recordar, pertenece a campos de tres regiones de la zona sur de Chile y fue considerada como un “volumen importante” por el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Antonio Walker.
El portacontenedores fue uno de los 25 que cargó cerezas en el Puerto de San Antonio durante la conocida “Cherry Season” que se caracteriza por el desarrollo de los servicios Cherry Express que conectan a Chile de forma directa con China para llevar este fruto para ser comercializado durante el “Año Nuevo Chino” o “Año Nuevo Lunar” que, este año, cayó el 29 de enero.
La nave, en ese sentido, salió desde San Antonio Terminal Internacional el pasado 27 de diciembre, quedando a la deriva por la falla el pasado 13 de enero en la zona económica exclusiva de Micronesia.
De momento, los gremios productores y exportadores no se han pronunciado sobre los efectos de este incidente ni tampoco han hecho una cuantificación económica frente a los incumplimientos de sus contratos al no llegar a tiempo con el fruto que solo podrá optar al mercado tardío, lo que podría implicar mermas monetarias.