Pablo Klimpel: “El Gobierno de Boric tiene una deuda con el mundo portuario y se tiene que hacer cargo”

Por Andrés Orrego Siebert

@PortalPortuario


Los días 28 y 29 de enero, dirigentes sindicales portuarios se reunirán en la Región del Bio Bio para sostener encuentros en las comunas de Talcahuano y Coronel. En la agenda, varias temáticas, pero la que concentrará la mayor atención es el desafío de consolidar una Ley Laboral Portuaria, también conocida como “Ley Larga” que, en suma y resta, ha esperado por una década.

Aunque parece ayer, el gran paro nacional portuario de fines de 2013 y comienzos de 2014 que dio paso a la Ley Corta, cuerpo legal que garantizó la media hora de colación y la instauración del Día del Trabajador Portuario para cada 22 de septiembre, dejó también la promesa de una regulación definitiva, lo cual se ha diluido con el paso de los gobiernos. Solo para recordarlo, se trata de los mandatos de Sebastián Piñera en su último año, Michelle Bachelet, en su segundo periodo, el segundo ciclo de Piñera y ahora, el Ejecutivo de Gabriel Boric que ya está llegando a su ocaso.

Al respecto, Pablo Klimpel, secretario del Sindicato de Estibadores de Valparaíso, conversó con PortalPortuario sobre lo que será este encuentro en el que también se debatirá sobre la implementación de la Ley de 40 horas, reconocimiento de enfermedades laborales, negociación por rama, indemnización por años de servicio, entre otros.

 ¿Qué está en la órbita de los trabajadores portuarios chilenos?

El 28 y 29 de enero, estamos llamando a una convocatoria abierta a nivel nacional para los distintos sindicatos portuarios del país. Un día será en Talcahuano y al siguiente en Coronel. Aquí hablaremos de varios temas. Lo que se llama, normalmente, Ley Larga fue todo lo que no se alcanzó a normar en 2014 con la Ley Corta, que se llama así, porque permitió abordar temas más urgente y la Ley Larga iba a tomar aquellas materias como derechos mínimos, jornada, salud y enfermedades profesionales y eso se ha alargado unos diez años, así que lo buscamos es sacar un consenso par impulsar una nueva Ley que se haga cargo de los pendientes en el ámbito laboral, así como de la industria.

¿Por qué crees que el Estado de Chile  ha sido tan lejano al sector portuario?

Por parte del Estado de Chile hay una desafección respecto del tema laboral portuario, porque si bien con Piñera 1 se avanzó con el tema de pensiones de gracia, la Ley Corta, a punta de movilizaciones nacionales, luego en el Gobierno de Bachelet se trabajó en una propuesta de reglamento que quedó escrito y no aprobado. Luego se aprobó en el Gobierno de Piñera (2) se aprobó con cambios y uno de los cambios que se hizo, y que no estuvimos de acuerdo, fue que después de una cantidad de accidentes se podía cerrar a una empresa de muellaje, además de otras cosas que también se eliminaron. Después vino la huelga nuestra en 2018 (paro de eventuales en Valparaíso), se hizo la Mesa Laboral Portuaria con el Ministerio del Trabajo y el de Transportes, también con Piñera 2 y si bien se avanzó harto con esa mesa Tripartita, en la que también estaban las empresas, quedó la síntesis, hubo una Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados sobre la Ley 19.542 (Ley de Puertos) y hubo un par de estudios sobre automatización bien interesantes, pero quedó todo en el papel. Se esperaba que ese Gobierno de Piñera sacara una propuesta de Ley como síntesis de todo ese trabajo, pero todo quedó en nada y, luego, este Gobierno, el de Gabriel Boric, impulsó un Plan de Logística Portuaria, pero más allá de un par de conversaciones no se ha avanzado significativamente. A este Gobierno le queda un año y no queremos que se pase y sigamos igual.

De acuerdo a lo que me comenta ¿Por qué cree que con un Gobierno de derecha el sector laboral portuario pudo avanzar más que con los de izquierda que, en teoría, son más afines a su sensibilidad? 

Hubo huelgas más fuertes. Con Boric no hemos tenido huelgas contra el Estado para sacar leyes. La movilización de 2014 fue una movilización nacional. Se han hecho más presiones en Gobiernos de derecha que de centroizquierda. Ahora, eso es parte de las coyunturas y ahora se ha hecho menos presión, pero si nos vamos a reunir es porque estamos dispuestos a tomar un consenso a nivel nacional y estamos dispuestos también a movilizarnos y, con esto, queremos poner un antes y un después. No vamos a tolerar ni permitir que termine este Gobierno sin una propuesta de Ley Portuaria.

¿Se sienten utilizados por los que hoy gobiernan? Se lo pregunto, porque les pidieron apoyo para el primer intento de nueva Constitución y también Gabriel Boric, siendo candidato se reunió con ustedes… 

Creo que el Gobierno de Boric tiene una deuda con el mundo portuario y creemos que se tiene que hacer cargo y por eso vamos a impulsar esto. Esto se viene dilatando demasiado y creemos que tienen que ser coherentes con su programa de Gobierno, porque todo lo que se ha actualizado en este Gobierno es la agenda de la OIT, pero sin leyes de presupuesto. Hay leyes con las que no estamos en contra, pero que no tienen ni presupuesto ni una bajada portuaria. Por ejemplo, cómo se implementan las 40 horas en el sector portuario, donde hay dos mundos: Los eventuales y los contratados. Creemos que este Gobierno tiene una deuda con el sector portuario. Nosotros apoyamos también la Convención Constitucional, entonces como mínima coherencia, este Gobierno debe hacerse cargo.

Distintos expertos del sector han dicho que 2025 es un año clave en lo portuario para Chile ¿Cree usted que en lo laboral también lo será?

Sí, claramente. Estamos planteando una modernización portuaria en Chile que no solo incluya al proyecto de Puerto Exterior de San Antonio, sino también a Valparaíso. Se acaban las concesiones portuarias de Valparaíso, San Vicente, San Antonio-STI y ya entró el Puerto de Chancay, en Perú, además de las ampliaciones de Callao, entonces tenemos que modernizar no solo la infraestructura, sino la materia laboral para que esta se pueda hacer cargo de los desafíos que plantea la industria. En esa modernización tenemos que estar los trabajadores con derechos laborales.

Siempre he dicho que los trabajadores portuarios también son expertos dentro del sector y más aún con una visión desde la orilla misma. En este sentido, desde su mirada ¿Qué es lo que tiene que pasar en los puertos chilenos en materia laboral, infraestructura y eficiencia para que los puertos chilenos puedan competir?

Siempre se habla de esta alianza público-privada, pero en la práctica creo que esa alianza no ha funcionado, porque el modelo de concesiones para los empresarios portuarios y navieros es solo un negocio y si el negocio no es rentable no se invierte. No están, entonces, pensando en el desarrollo del país ni en el interés nacional. Es un negocio de rentabilidad o no y eso lo entiendo, así funciona en todas partes el sistema económico, pero el Estado de Chile debe hacerse cargo si quiere que tengamos puertos de cabotaje en el país o seamos competitivos en el Pacífico, en el comercio exterior, entonces sería bueno saber cuál es la proyección de Chile de aquí a 30 años. Ese tipo de discusiones, nosotros vemos que no existe, así que no podemos quejarnos de lo que pasa en Perú, porque ellos tienen iniciativa y nosotros no tenemos iniciativa. Este es un problema del Estado de Chile y sus empresarios.

Parece que el debate quedó circunscrito a si era o no era necesario el Puerto Exterior o si se estaba a tiempo o no… Se perdió tiempo en Valparaíso contestándole a los que levantaron un murallón de contenedores ficticio ¿Cómo ve usted el panorama, primero de su ciudad, y luego del país?

Para nosotros, como trabajadores, es negativo en la medida que no tenemos una estabilidad laboral al futuro en relación a si Chile va a ser o no competitivo en el Pacífico y eso nos genera un montón de desafíos y problemas. Vemos que en la modernización portuaria en Chile tienes tres modelos de puertos, pero los dos más grandes corresponden públicos de uso público y privados de uso público y si Chile no enfrenta esa modernización, no tenemos capacidad de infraestructura es obvio que nos va afectar laboralmente, pero también en el Producto Interno Bruto, en el comercio exterior, etcétera.

Por otra parte, en materia laboral, creo, que estamos bastante atrasados y esas son materias que discutiremos en el encuentro como los derechos mínimos; es decir, que los trabajadores eventuales tengamos vacaciones pagadas, indemnización por años de servicio, fuero sindical para los dirigentes, etcétera. Por otra parte, nosotros sabemos que en Mejillones se aprobó un dictamen de la Dirección del Trabajo de turnos de 12 horas, pero nosotros creemos que ese tipo de jornadas excepcionales no son coherentes en los puertos, porque los puertos no son zonas aisladas como lo son las mineras. Nosotros no tenemos campamentos en altura, nosotros vivimos en la ciudad y convivimos después del turnos con nuestras familias y aparte todos los estudios ergonómicos profesionales apuntan a la fatiga que hay de por medio. Otro elemento es la seguridad que si tenemos jornadas más largas habrá más accidentes, también hay que ver la negociación ramal, los problemas que también tiene el mundo contratado o quizás hay que avanzar a un nuevo tipo de contrato que supere al contrato eventual- contratado, quizás hay que discutir esto y llegar a algo que se adapte a los nuevos tiempos.

¿Qué están dispuestos a poner los portuarios para que los puertos del país se mantengan competitivos?

Lo que nosotros ponemos es nuestra experiencia de orilla, laboral. La ponemos, obviamente, a disposición de los cambios y mejoras que podamos hacer en la industria y estamos dispuestos a discutir temas tan complejos como la automatización y mecanización, pero que se haga con los trabajadores. Nosotros queremos poner nuestro talento y nuestra experiencia, pero también esperamos que Chile, que el país, esté a la altura que nos pone la modernización portuaria y no sea que solo reaccionemos, porque China con Perú se pusieron de acuerdo en construir un megapuerto, o sea tengamos capacidad de anticiparnos, tengamos capacidad de mirar a largo plazo como país en función de nuestro desarrollo, nuestro interés, nuestra soberanía y ahí hemos visto poca voluntad política. Hemos visto más fotos, fotos bonitas, comunicados cuando se firman ciertas cosas, pero no voluntad política, porque, sino hace rato tendríamos resuelto estos temas.

¿Cómo ven ustedes la automatización?

Hay que ver lo que sucede en el extranjero. La huelga de la ILA, por ejemplo. Ellos subieron sus sueldos en 63% y el Gobierno de Joe Biden, y ahora el de Donald Trump, medió en la negociación que tuvo la ILA con las navieras y frenaron la automatización o incorporaron  cláusulas que humanizan esta automatización. Si Estados Unidos, Canadá y otros, tienen un Estado que ha intermediado en esto, el Estado de Chile también tienen que hacerlo, porque la automatización y mecanización son procesos que van a suceder, pero cómo quedamos los trabajadores en esto, cómo se incluye esto en los contratos de concesión dentro de los capítulos laborales, porque esperamos que con inteligencia artificial y otras tecnologías se aliviane el trabajo, pero tampoco queremos que eso nos desplace, nos reemplacen y nuestra gente quede sin trabajo, entonces tenemos que pensar qué sentido tiene la automatización y ese es un tema de fondo.

A veces se mira con cierto recelo al sindicalismo portuario ¿Son los sindicatos, los trabajadores un problema para las empresas a la luz de estos temas o efectivamente hay una idea de ser “colaboradores” en este debate? 

Eso debes preguntárselo a los empresarios no a mí (ríe), pero la verdad es que nosotros creemos, obviamente, que somos un aporte, porque tenemos el fino del trabajo, el fino de la faena. Somos los que realizamos las labores y es un oficio de más de 100 años en Chile y, por eso, los sindicatos son tan antiguos. Nuestro Sindicato de Estibadores es del año 1928, desde su legalización tiene 94 años y es uno de los más antiguos.

Nosotros creemos en un diálogo tripartito, creemos en estos modelos de diálogo social, pero tiene que existir voluntad política de todas las partes y creemos que, a veces, el empresario chileno es un poco conservador, porque cuando hemos hablado de la profesionalización portuaria no se ha avanzado y nos han dicho muchas veces que un trabajador calificado es más caro y ese es un mal argumento.

Un trabajador en el que se invierte en profesionalización tiene más rendimiento y más productividad  y eso nos va a favorecer a todos. Me ha tocado escuchar esos argumentos de Camport en la mesa tripartita con ellos en el Gobierno de Piñera 2, entonces creo que hay prejuicios en su mirada hacia nosotros, pero los invito a ver otros modelos en el mundo y si estamos incorporados en la toma de decisiones no es algo perjudicial, aunque esta contradicción entre el empresariado y nosotros creo que es buena, porque es parte de la relación laboral, el tema es cómo administramos esas diferencias.


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