Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
Europa podría necesitar hasta 250 cargamentos adicionales de gas natural licuado (GNL) este año, lo que tendría un costo de -al menos- 11.000 millones de dólares. Esto para rellenar sus reservas de gas agotadas antes del invierno, mientras que Ucrania requiere otros 30 embarques, según analistas y datos.
La demanda durante el invierno 2024-2025 fue mayor que la del año anterior debido al clima más frío y menos ventoso, lo que provocó más retiros de los almacenes de la Unión Europea (UE), los que ahora están poco menos del 34% de su capacidad, el nivel más bajo desde 2022.
Según los objetivos actuales de la Comisión Europea, destinados a ayudar a prevenir la escasez de suministro tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022, los sitios de almacenamiento de gas en toda la UE deben volver a estar llenos al 90% antes del 1 de noviembre.
Con más gas para comprar y menos suministros llegando por gasoducto, Europa necesitará depender del GNL comercializado globalmente y pagar una prima para atraer cargamentos que compitan con los compradores de Asia.
“Europa tendrá que realizar compras de forma bastante agresiva esta primavera y verano para reponer sus inventarios”, comentó Jason Feer, director global de inteligencia empresarial de la empresa de corretaje de energía y transporte marítimo Poten and Partners, en un seminario web.
Para alcanzar el objetivo del 90% se necesitarían 57.700 millones de metros cúbicos de inyecciones netas, 25.800 millones de metros cúbicos más año tras año, o hasta 250 cargamentos adicionales de GNL, según la firma de análisis Kpler.
Teniendo en cuenta el actual precio de referencia del gas en Europa, de unos 41 euros por megavatio-hora, esto supondría un coste adicional de 10.300 millones de euros (11.100 millones de dólares) para llenar los sitios de almacenamiento este año, según cálculos de Reuters.
Kpler prevé un precio medio del gas de 13,17 dólares por millón de unidades térmicas británicas, o alrededor de 41,60 euros/MWh durante la temporada de inyección del 1 de abril al 31 de octubre, un 19% más interanual.
Objetivo perdido
Sin embargo, son pocos en el mercado los que creen que Europa alcanzará su objetivo. “Lo que podría suceder es que el objetivo del 1 de noviembre se retrase, lo que dará más margen de maniobra a los importadores europeos para cumplir los objetivos este año”, sostuvo el analista senior de GNL Steven Swindells de Poten and Partners.
De hecho, la Comisión Europea está considerando relajar los requisitos de almacenamiento, y la última propuesta sugiere alcanzar el 90% en cualquier momento entre el 1 de octubre y el 1 de diciembre, aunque también acepta niveles más bajos en algunos casos para aliviar la presión del mercado.
Según Kpler, las tiendas de la UE podrían tener una capacidad del 76-78% para el 1 de noviembre y aún cumplir con las nuevas regulaciones probables. Esto requeriría todavía 120 cargamentos adicionales de GNL año tras año, dijeron los analistas.
A su vez, las reservas de gas de Ucrania están casi completamente vacías después de que los ataques de las fuerzas rusas cortaran la producción nacional de gas. “Ahora estimamos que Ucrania necesitará entre 3 y 6 bcm de importaciones de gas para llenar sus reservas”, apunto Kpler.
El analista de LSEG, Yuriy Onishkiv, comentó en un seminario web que Ucrania necesitaría importar hasta 5 bcm, de los cuales al menos 3 bcm tendrían que ser suministrados en forma de GNL desde Estados Unidos y entregados a terminales en Polonia y Lituania. Esto se traduce en aproximadamente 30 cargamentos, según cálculos de Reuters.
Sin incentivos de mercado
La necesidad de recarga ha elevado los precios del gas durante el verano, normalmente un período de baja demanda que se utiliza para comprar gas para almacenar.
Los contratos de verano incluso se han negociado con una prima respecto de los del próximo invierno en los últimos meses, y no se espera que la inyección de GNL o gas en el almacenamiento europeo genere dinero para los comerciantes, según sostuvieron desde Poten and Partners.
“Eso ciertamente va a desalentar la ocupación de espacios de almacenamiento a menos que cambie la estructura del mercado”, acotó.
Tal vez ya estén apareciendo los primeros indicios de ese cambio: los contratos forward de referencia en Europa se están volviendo más caros que los de corto plazo.
Eso “indica que realmente podemos tener incentivos para inyectar en algún momento en el futuro cercano”, apuntó Kpler.
Sin un incentivo basado en el mercado, los gobiernos podrían verse obligados a ofrecer subsidios para garantizar que los establecimientos vuelvan a abastecerse, una medida que Alemania ya había propuesto.