Por Redacción PortalPortuario.cl
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Algunos actores de la industria aseguran que la Unión Portuaria de Chile llegó a Valparaíso para quedarse. Al entrar al décimo día de paro y bloqueo a las instalaciones portuarias, voceros y dirigentes de la UPCH no han dejado de visitar la capital regional porteña para respaldar el proceso de movilización que mantiene en jaque al segundo mayor puerto del país.
La presencia de la UPCH se hizo notar cruzando el ecuador de la primera semana de protestas cuando comenzaron a llegar dirigentes de la Región del Bio Bio como Víctor Cisternas, de Antofagasta como Alejandro Lilis, Ventanas como Ian Mery, e incluso Ricardo Rodríguez de San Antonio. Este domingo fue el turno de César Luna, quien además tiene un cargo representativo en la IDC Dockworkers, entidad que también emitió su respaldo por medio de una declaración pública.
Las zonales norte y sur de la Unión Portuaria advirtieron, por medio de comunicados, que no atenderán naves procedentes de Valparaíso en el marco del conflicto, lo que -en todo caso- solo alcanza como declaración de principios, porque la mayoría de los buques, sino todos, han sido desviados a San Antonio. Allá, la UPC -que agrupa a 1.400 trabajadores de San Antonio Terminal Internacional, Puerto Central y Puerto Ventanas- expresó en una nota que apoya el proceso; no obstante, no se pronunció sobre dejar de trabajar las embarcaciones que buscan sitio en sus muelles.
Lo anterior se produce, porque -pese a que los dirigentes tienen empatía y simpatía por los nuevos líderes-, los trabajadores de base no dejan de pensar en todas aquellas oportunidades en que los estibadores de Valparaíso “se beneficiaron” de paros y protestas en el Puerto de San Antonio.
Por eso, los líderes de la Unión Portuaria del Centro, reunidos recientemente en Ventanas, acordaron ir a modo personal a entregar un espaldarazo a los movilizados de la capital regional porteña y, una vez finalizado el proceso, tender puentes para afiliarlos a la UPC.
Una fuente que pidió reserva de su identidad, planteó que la actitud de los trabajadores portuarios de San Antonio es el reflejo de que “aprendieron del modelo del Valparaíso antiguo” de no negociar mediante paros, sino con apertura al diálogo, algo que es consistente con la serie de seminarios y encuentros organizados por los propios dirigentes portuarios junto con los concesionarios y la estatal Empresa Portuaria San Antonio durante los últimos dos años. A estos eventos, cabe consignar, no solo asistían trabajadores, sino los ejecutivos, clientes y representantes del Gobierno, generando un diálogo simétrico entre las partes.
Por tal motivo, según esta fuente, el paro de Valparaíso llega a destiempo, pero también guarda relación con planteamientos no escuchados.
De ahí que la sensación de “amparo” por parte de la Unión Portuaria sea evidente en desmedro de los actuales líderes sindicales porteños, ya que tanto los movilizados, como la UPCH esperan su renuncia para tomar la plaza de Valparaíso, lo cual -al menos de facto- parece haberse producido, no por nada el lema de la marcha familiar de este domingo fue “Nunca Más Solos“ que con “Arriba los que Luchan” son referencias icónicas de los portuarios de la Unión. Al mismo tiempo, la forzosa ausencia de los dirigentes elegidos de encuentros de diálogo con autoridades como el Intendente, Jorge Martínez, o el alcalde, Jorge Sharp, señalan ese camino.
De concretarse, la Unión Portuaria de Chile entraría en la capital portuaria del país con una base más amplia de la que tenía hace un par de años cuando los simpatizantes de esa corriente sindical de hecho no superaban la decena y la lista de Pablo Klimpel, lograba instalarlo a él como director en el Sindicato Número 1 de Estibadores.
“Politización”
Otro aspecto, que cruza la movilización, es la acogida que ha tenido en el Frente Amplio. Por una parte, el alcalde Sharp hizo un llamado al diálogo al que no acudieron las empresas y, por lo mismo, las responsabilizó de la crisis y, por otra parlamentarios afines a esa corriente como los diputados Camila Rojas, Jorge Brito y el Senador Juan Ignacio Latorre.
A su vez, los portuarios han tenido reuniones con los diputados socialistas Marcelo Díaz y Gastón Saavedra, además de un acercamiento con la senadora Isabel Allende.
Efectos
Hasta el viernes al momento en que se sumaban 12 buques derivados a raíz de la contingencia, TPS -terminal en el que comenzó el bloqueo el pasado 16 de noviembre- indicó que nueve naves habían sido desviadas desde su terminal, cifrando en 3 mil los turnos perdidos. La cantidad podría ser más elevada, toda vez que el mismo concesionario cuando solo cuatro buques se habían ido contabilizaba 2.600 turnos perdidos.
En TCVAL, en tanto, los turnos hasta el último viernes que se habían perdido eran unos 1.800 y las naves no atendidas, entre ellos los cruceros Fram y Le Boréal, llegaron a cinco.
Otro hecho que dio un duro golpe a Valparaíso fue que, debido al paro y bloqueo de los eventuales, el servicio Eurosal se atendió, por primera vez desde 1983, en San Antonio.
De momento, no se conoce cuánto ha sido el impacto económico que acarrea esta movilización. La Camport, incluso, evitó dar una cifra, pero estimó que serán “millones de dólares”.
Más allá de los números económicos, lo cierto es que el paro comienza su décimo día sin una solución y con afectación a otras industrias conexas como el transporte, el turismo y la exportación de fruta que, junto con los barcos, ha debido migrar al Puerto de San Antonio.